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Que Sordo era una promesa en el Mundial de Rallyes, es algo que nadie dudaba, pero en su actuación en el Rallye de Alemania, ha demostrado que es ya una auténtica realidad. Y es que el cántabro trató de tú a tú a su compañero de equipo Loeb, disputando un emocionante mano a mano de scratchs con el campeón del mundo.
La primera etapa estuvo marcada por las condiciones climáticas, la lluvia hizo su aparición, haciendo de la elección de neumáticos un auténtico quebradero de cabeza hasta el punto que muchos empezaron a llamar al rallye, el «Montecarlo de invierno». El equipo Kronos Racing contaba para la tarea con la colaboración de Méteo France, cuyos análisis fueron el complemento perfecto a las excepcionales prestaciones del equipo.
Loeb, en su línea, asumió el liderato desde el primer tramo mientras que Sordo fue el escudero perfecto, en la segunda posición a 42 segundo al finalizar la etapa. El otro español del equipo, Pons, sufrió una salida de carretera debido a un error del copiloto, aunque en esos momento rodaba bastante alejado de los puestos de cabeza, en la octava plaza a 51 segundos de la cabeza.
Gardemeister, con un Xsara privado supo beneficiarse de las difíciles condiciones de los tramos y poco a pocofue escalando posiciones hasta alcanzar la tercera plaza al término de la etapa, aunque a más de dos minutos del líder. En Ford, esperaban mucho de las prestaciones de su Focus, pero las elecciones de neumático no fueron las adecuadas y Gronholm no pudo pasar de la cuarta posición, mientras que Hirvonen era séptimo al finalizar el día.
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Solberg, sufría un fuerte accidente durante el Shakedown, que obligaba a sus mecánicos a trabajar contrarreloj para reconstruir el Impreza, el coche estuvo listo a las 3 y media de la madrugada. En esas condiciones era ya un éxito el poder estar en la salida. Solberg se vio perjudicado por las prestaciones de sus Pirelli, lo que unido a una monta de neumáticos errónea, no le pemitió mejorar la quinta plaza.
Al final de la primera etapa las cosas estaban más que claras, Loeb, liderando como siempre, Sordo segundo sumando el máximo de puntos para el Campeonato de Marcas, y Gardemeister tercero. Un podium sólo Citroën. Las diferencias con los rivales eran abultadas, ya que Gronholm se situaba a 2 minutos 11 segundos, mientras que Solberg estaba a 2:23 de Loeb. Una vez más salvo errores o averías, el rallye estaba decidido.
En la segunda etapa, las condiciones mejoraron, los tramos se secaron y las prestaciones se igualaron. La noticia saltaba ya en el primer tramo, Solberg abandonaba con el motor roto, dejando al equipo con las ganas de recuperar y pelear. Donde si lo estaban haciendo era en Ford, tanto Gronholm como Hirvonen apretaron el ritmo, llegando a marcar dos scratchs el primero, y uno el segundo. De esta forma Gronholm consiguió desbancar a Gardemeister de la tercera plaza, mientras que Hirvonen llegó a situarse quinto tras el privado de Ford.
Mientras en la cabeza parecían tomarse las cosas con calma, ya que Loeb marcó sólo un scratch en la jornada, mientras que Sordo se hizo con otro y fue capaz de ganar a Loeb en todos los tramos menos en dos. Sordo seguía impresionando en su debut con el Xsara 2006, demostrando su calidad al volante sin sonrojos.
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Con sólo cuatro tramos por disputar, la tercera etapa era un mero trámite. Gardemeister lanzó un ataque contra Gronholm y a pesar de marcar tres scratchs y ganarle en el cuarto, no pudo neutralizar la diferencia con el oficial de Ford, quedándose a 14 segundos del podium, tras él, Stohl llevó su 307 a la quinta plaza final.
Con la victoria en Alemania, Loeb iguala el record de victorias de Sainz, da un nuevo paso en su lucha por el título, por su parte Sordo ha cumplido con creces su labor como segundo piloto del equipo, sumando el máximo posible de puntos y demostrando que ha alcanzado la madurez a una velocidad impensable. Sin duda, ha nacido una nueva estrella en el Mundial de Rallyes.