Hay muy pocas pruebas del Nacional de Asfalto como el Rallye de Ferrol, especialmente pensado para que los aficionados disfruten de los tramos. Me enganchó desde la primera vez que lo vi. Me sorprendió la cantidad de accesos, de puntos intermedios a los que llegar en cada especial, consecuencia directa de la profusión de cruces que hay en este evento. Y eso, amiguitos, va en beneficio de todos.
Me explico: en una cita así, el trabajo del copiloto brilla (como siempre merece) por la dificultad añadida que supone no perderse en los regates del camino, en los mil y un cambios de dirección del asfalto, en las curvas cerradas y los rasantes. Por su parte, quien está al volante ha de hacer un acto de fe ciega (como siempre, también) y fiarse al cien por cien de lo que todavía no ven sus ojos, pero se adivina gracias a sus notas. A eso hay que sumar unas carreteras estrechas, llenas de gravilla, complicadas y duras. Es todo un reto y salir victorioso de él supone la mayor de las satisfacciones. En cuanto a los espectadores… Basta echar un vistazo a la web de la prueba (http://rallyeferrol.com/) para darse cuenta de que la parte más importante de ese evento son ellos.
Para empezar, no es tan frecuente que se den indicaciones hiperdetalladas sobre cómo acceder a los tramos, cuántos puntos intermedios hay o la forma más fácil de llegar a ellos… Y mucho menos que se le dediquen dos apartados específicos, con el fin de que esté bien claro. Quieren que la gente acuda al espectáculo, sin trabas y sin esconder información. Además, hay tanto donde elegir que hacerse con un hueco más que decente, sin dejar el coche en «casadiós» y sin jugársela (es decir, un sitio del que los comisarios no te van a echar al peligrar tu seguridad) es relativamente sencillo. ¿Mucha gente y bien colocada? Sí, se puede. Ayuda, claro, que en Galicia haya aficionados de verdad, de los que no van a un rally para echar el día porque no tienen otra cosa que hacer. Y eso se nota. Cuando existe respeto por el público, éste paga con la misma moneda. Lógico, ¿no? Pues todavía hay quien no se da por enterado…
Completan el conjunto dos jornadas de competición, especiales nocturnas y las actividades que rodean la prueba, entre las que destaca la recogida solidaria de alimentos de Suzuki y la Escudería Ferrol, patrocinador principal y organizador del rallye, respectivamente. si quieres participar, tienes toda la información en el enlace que hay en estas líneas. Es el broche de oro a un fin de semana que promete ser muy especial…