Es el más pequeño, nervioso como un electrón y complicado de dominar; un misil con ruedas que apenas levanta un par de palmos del suelo y cuya fiabilidad hizo que pilotos de la talla de Sergio Vallejo o Álvaro Muñiz acabasen por sucumbir y olvidarse de sus proyectos con este vehículo. Él no. Daniel Marbán optó por seguir apostando por el pequeño coupé inglés; peso pluma de los rallyes, engendro mecánico con chasis de aluminio, de habitáculo angosto y no apto para claustrofóbicos o entrados en carnes. Y desde aquellas primeras carreras que no terminaron bien hasta el Rallye de Madrid de este año mucho ha cambiado; todo. El coche y también el piloto, por supuesto.
Del primero todos reconocen el tremendo potencial que ahora, después de muchas horas de trabajo en el equipo M.Boss Racing, ofrece este Lotus Exige. Y ni os podéis imaginar todo lo que se ha tocado y modificado en este coche para hacerlo realmente competitivo. Pisa distinto, acelera como un poseso y cambia de marcha como si bajo esa carrocería de papel de fumar escondiese un cambio DSG de doble embrague. La fe ha sido ciega en este coche y al final han ido llegando pequeñas recompensas que un Daniel, también mucho más rápido carrera a carrera, merecía por su apuesta decidida por esta categoría en la que, bien es cierto, el Lotus no se ha visto afectado en el affaire Porsche-RFEdeA-bridas. El madrileño ha defendido el pabellón GT hasta el último suspiro, cuando ya todos los habituales del Nacional de rallyes prácticamente se han olvidado de ellos.
Pues no estaban muertos, no. Al contrario, el pinchazo de Nil Soláns en la segunda etapa del Rallye Comunidad de Madrid a punto ha estado de aupar al pequeño Lotus a un podio que pocos podrían esperar a la vista de la lista de inscritos inicial en esta prueba. Vale que las circunstancias favorecieron la situación que se vivió en la última pasada por el tramo de Jarama; pero las mismas que condicionaron el resultado del catalán también impidieron a Marbán intentar un recorte de los apenas 7 segundos que le separaban de su rival, pues llegaba al trazado de la Nacional I con una estabilizadora rota y pocas opciones de mejora de registros.
Sudando a gota gorda pero con una sonrisa de oreja a oreja, a Dani este cuarto puesto en Madrid casi le supo a victoria.
Obvia recordar que Cristian García ha sido el dominador absoluto de la temporada, y en Madrid no iba a ser menos. Quería el título de copilotos para su pareja, Rebeca Liso, y lo consiguieron, defendiéndose de los ataques iniciales de Soláns y controlando una recta final en la que 26 segundos le separaron de Sergio Vallejo. Poco más que decir del veterano piloto gallego que ya al final de la primera etapa recordaba que a sus casi cincuenta tacos se encuentra defendiendo la posición frente a treintañeros sin miedo a nada… especialmente un Nil Soláns que sería un buen partido de decidir correr la próxima temporada en este campeonato.
El campeón portugués José Pedro Fontes tomó buena nota de cómo se las gastan al otro lado de la raia lusa y los Suzuki del equipo oficial no tuvieron el fin de fiesta deseado; especialmente por un Joan Vinyes al que a todos, tanto como a él, nos quedaron las ganas de verlo correr y disfrutar con el Swift S1600. Por esta vez las dos ruedas motrices fue cosa de un paisano del ya campeón Adrián Díaz: José Alonso Liste.
Por cierto, en la R2 los de Opel se despiden de la temporada con un nuevo título para vehículos FIA conseguido por Esteban Vallín, después de una que penalización de su compañero de equipo Ángel Paniceres le impidiese lograr la victoria. Nuevo doblete de los asturianos y gran resultado para un debutante -en la categoría- Daniel Berdomás.