Después de dos tramos disputados, el Rallye Santander Cantabria apenas ha tomado el primer pulso inicial a una prueba que empezó de la forma menos agradable. Con todos deseando la pronta recuperación de los aficionados heridos en el desgraciado atropello que ha marcado los acontecimientos en el arranque de la carrera, el rallye continúa su andadura con una segunda etapa muy abierta. Son cinco los pilotos metidos en un puño de 10 segundos, por lo que prácticamente hay borrón y cuenta nueva en las tres pasadas a los tramos de Riotuerto y San Roque.
Con lo de Surhayen Pernía todos contaban; no con los problemas de frenos que han retrasado al líder del campeonato, Cristian García. Al parecer las pastillas no terminaron de asentar bien y las frenadas con el Evo no eran estables ni tranquilizadoras para el piloto. El trance le ha costado al aragonés esos diez segundos que le separan de un Pernía a quien -y a nadie debería sorprender- la carrera ha comenzado donde él quería que comenzase.
Bien es cierto que a falta de Cristian en este arranque de rallye ha sido Alberto Monarri el encargado de defender los intereses del equipo Mitsubishi, dando así y de momento muy buena continuidad a lo mostrado hace un mes en tierras gallegas. El madrileño finalizaba apenas a un segundo del líder, después de superar en la clasificación a un Pedro Burgo del que, visto lo visto también en Ferrol, sigue siendo una baza segura cualquiera que sea el coche con el que se ponga a sus mandos.
Por lo demás, pequeños contratiempos vuelven a retrasar a Sergio Vallejo: uno de los equipos que partían con aspiraciones al podio y que hoy tendrá algo más de trabajo para intentar recuperar el tiempo perdido en la recortada etapa de ayer.
Gorka Antxustegi y Adrián Díaz se disputan por enésima vez las dos ruedas motrices, y pese a que el lucense tocó una llanta en una cuneta, apenas cede 4 segundos con su compañero de equipo.
Y Manuel Mora entre los R2. Si el coche no falla el asturiano es un valor al alza, una apuesta a caballo ganador capaz de poner contra las cuerdas al Adam R2 de Esteban Vallín quien, visto lo visto en los tramos de ayer, tampoco parece estar dejándose nada en ellos. El ritmo en estos equipos, Ángel Paniceres incluido, está siendo muy alto.
Organización y equipos vuelven a hacer llamadas a la seguridad. La buena colocación de los aficionados es vital para que la prueba transcurra por los cauces que todos desean.