Siempre es un placer ganar en casa, delante de los tuyos y por lugares donde uno cultivó su afición a las carreras, pero también el hecho de comprobar que las cosas marchan bien y que ya puedes quitarte de encima sombras pasadas que nunca agradan. Para Sergio Vallejo lo de Llanes ya está olvidado. Aquella fue una salida que le llegó en cuanto a facturas -aunque todos sabemos cómo se las gastan las marcas con los repuestos de sus R5- pero tras la que los equipos Vallejo Racing y Sports&You se pusieron rápidamente manos a la obra para recuperar la normalidad. Esta parece haber llegado, y es una buena noticia a unos días vista del retorno del Nacional en Alicante. «Obviamente nuestras miras ya están puestas en 2017», sostenía el propio Sergio a la conclusión de la prueba de su casa, «pero no es menos cierto que las cosas van cada vez mejor, ahora el coche corre y que esperamos hacer un gran papel en las pruebas que faltan del Campeonato de España». Se respiraba tranquilidad en el seno del equipo luso-galaico.
Calma también para Alberto Meira. El de la localidad pontevedresa de Vincios ahora juega mucho más con la cabeza que con el corazón. Tras intentar luchar por la victoria en la primera sección pronto tuvo claro que esa no era su carrera sino la de estar por delante de Iago Caamaño. «Con la diferencia que teníamos con Iago durante la tarde, cuesta controlarse y aflojar el ritmo porque sabes que así puedes bajar la concentración y tener problemas, pero lo importante aquí son los puntos y el campeonato», sentenciaba Meira en el parque cerrado final de la prueba lucense, donde llegó en segunda posición.
Objetivo cumplido para Meira, más aún cuando a Caamaño le tocó vivir un rallye agitado y con muchos más problemas de los deseados. Prácticamente los tuvo todos: motor, palier y hasta un pinchazo para cerrar una matinal en la que, cuando las cosas fueron bien, el coruñés demostró tener ritmo suficiente para marcar scratchs frente a los equipos más potentes. Por la tarde tocó remontada y otro nuevo scratch le permitió subir al tercer cajón de podio. El campeonato se aleja, pero ¡que le quiten lo bailado hasta el momento!
La noche se les da bien a los pilotos de Lugo, y Adrián Díaz es uno de esos protagonistas cuando las cosas se complican. Nuevo carrerón del piloto de Suzuki al que su equipo le dio la oportunidad de correr en casa con el Swift S1600. No era fácil hacerlo por tramos estrechos, sucios y rápidos, pero el lucense ahora mismo está en el grupo de pilotos en forma, atacando como un poseso en la última sección y arrebatándole la cuarta plaza final a un Félix Macías que de manco tiene muy poco a los mandos de su Subaru Impreza.
Adrián volvió a dar la alegría a los de Suzuki, quienes demasiado pronto vieron como el Swift R+ que trajeron hasta esta prueba tenía que abandonar. Gorka Antxustegi apenas pudo completar parte del primer tramo antes de sufrir un conato de incendio originado por una rotura banal.
Por lo demás, el gallego de rallyes tiene en Daniel Dopico y Adrián Campaña dos pilotos que sacan mucho jugo a sendos BMW M3… pero también cuenta con una copa como el Volante FGA que es animadora como pocas para los que gustan de seguir tiempos y disputas por la victoria. Lo de Dani Castro y Álvaro Méndez es para quitarse el sombrero. Se la juegan al segundo, se alternan las victorias con cada rallye, no se dan tregua, llevan tal ritmo que terminan siempre entre los equipos de cabeza con sus Peugeot 106 y 206… y terminan con un abrazo y la ronda pagada por el ganador de turno. Así da gusto.
Lugo jugó al despiste con la borrasca que entró en Galicia en la tarde noche del sábado. Aunque las previsiones no lo anunciaban, lloviznó ligeramente durante la mañana; lo suficiente para complicar los tramos. Pasadas las once de la noche el viento y la lluvia se presentaron por estas tierras después de barrer con intensidad el resto de la comunidad gallega. Un día estable dentro de la inestabilidad general que animó a muchos aficionados a estar a pie de tramo.
Clasificación final 38º Rallye San Froilán