Todo viene a raíz de la cancelación de uno de los tramos del Rallye de Polonia «por motivos de seguridad». Al parecer, había mucho público y éste no ha respondido a las indicaciones de los organizadores. No se han podido garantizar las condiciones necesarias para salvaguardar su integridad y la de los pilotos y la especial no se ha celebrado, según wrc.com.
Esto me hace preguntarme si es posible establecer un mecanismo para evitar que pasen estas cosas. En principio, diría que no: es como poner puertas al campo. No puedes impedir que los fans empiecen a acumularse en las cunetas. Lo que sí puedes procurar es dar unas instrucciones sobre cómo colocarse, pero entonces… ¿cómo te aseguras de que se cumplen? Todos hemos estado en un tramo en el que, justo tras pasar el coche de seguridad, los aficionados empiezan a moverse y a colocarse donde no deberían. En el Mundial hay más comisarios que en el Nacional e intentan impedir que la gente busque una ubicación, ejem, «alternativa» (son dignos de mención los del Rallye de Finlandia, que mantienen el público a raya casi con la mirada), pero es una tarea imposible. Dependes de que los fans estén por la labor de no aguarle la fiesta a nadie, de pensar en el bien común antes que en el suyo propio. Y en según qué sitios, eso es mucho pedir.
También es cierto que no podemos «demonizar» al aficionado: lleva allí muchas horas y ha ido para ver el espectáculo. Lo malo es que al final pagan justos por pecadores y, cuando la especial se suspende, ya nadie ve nada. No queda más remedio que coger tus bártulos e irte al coche, a buscar otro punto en otro tramo. A lo mejor sí estabas bien colocado, en un sitio alto, etc, etc (la teoría nos la sabemos todos)… pero los que han llegado después, simplemente, ya no tenían espacio y han preferido quedarse en un lugar no muy recomendable antes que volver por donde habían venido.
A veces sale bien y a veces, no. Lo peor no es que la especial no se celebre, créeme. Lo peor es que absolutamente todos los accidentes que he visto en los que algún espectador acaba en el hospital -y a lo largo de los 25 años que llevo en este sector han sido varios, por desgracia-, dicho espectador estaba mal colocado. Siempre. No es algo que suela decirse después, quizá por no hacer leña del árbol caído, quizá por no meter a la organización en problemas. Pero es como para reflexionar sobre ello, ¿no?