Sebastien Ogier, recién coronado triple campeón del mundo del WRC, quiere que las cosas permanezcan como están; en su opinión, el Rallye de Gales debería seguir cerrando el campeonato en 2016, recoge autosport.com. ¿Por qué dice esto? Pues porque se «barrunta» un posible cambio de fechas entre la prueba británica y la australiana: sería la del hemisferio sur la que se disputaría en último lugar el año que viene. Y, evidentemente, Ogier ya ha pensado en las implicaciones que eso puede tener si desea un cuarto título (que lo desea): llegar a un terreno como el australiano siendo el líder del certamen le obligaría a limpiar mucho la pista para los demás. Claro, que se había quejado de lo mismo este año… y ya sabes cuál ha sido el resultado.
«Imagina que te juegas el campeonato en la última prueba y que es precisamente en Australia, con esa superficie. Con la desventaja que te da el orden de salida, ¿sería un buen final para el certamen? No lo creo. Si llegas allí como líder, sería muy injusto. En Gran Bretaña no tenemos ese problema, ya que la diferencia entre el primero y el segundo en la especial es mínima», explica el galo.
El calendario definitivo se desvelará a finales de este mes y entonces veremos lo que ocurre. De momento, las razones para este cambio son un poco peregrinas: al parecer, se quiere celebrar una fiesta de fin de temporada el lunes siguiente al rallye, por la noche, en Sydney. Se cree que los organizadores han reservado «una pasta» para este «baile de gala»… Pero lo cierto es que no hay muchas ganas de quedarse por allí una vez finalizada la prueba y el campeonato. Como dice Jost Capito: «Ya tenemos la gala de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) y nuestra propia fiesta; no estoy muy seguro de que esto sea necesario», explica.
Más duro ha sido Malcolm Wilson, el director de M-Sport: «Puedo asegurar que no estaremos allí», ha dicho a la web británica.
Ogier, por su parte, añade que los pilotos, probablemente, tendrán pocas ganas de juergas en Sydney después del rallye: «La prioridad número uno no es esta celebración. Desde luego, siempre debemos apoyar eventos para promover nuestra disciplina, pero cuando termine esta prueba no estoy seguro de que la gente quiera quedarse más de lo necesario. Creo que preferirían irse a casa», añade.