A principios de semana el piloto asturiano Alberto Hevia tuvo la ocasión de sentarse al volante del que será su coche en lo que resta de 2009 y 2010. El lunes el equipo presentaba el coche en las instalaciones de Grúas Roxu, para luego dedicar dos jornadas a la puesta a punto del coche de cara al Rallye de Ferrol.
Durante la presentación, Hevia, arropado por Laura Ros, directora de Marketing de Skoda España, así como de representantes del Principado de Asturias y el ayuntamiento de Pola de Siero; desveló la decoración definitiva de su coche, mucho más bonita que la decoración provisional con el que vimos rodar el coche en Cheste.
El planteamiento del equipo es el de una estructura sencilla, gestionada directamente en Asturias por B9 Racing, el equipo pluricampeón de Montaña inicia una nueva andadura en el mundo de los rallyes y para ello contará con el apoyo en carrera de Arnaud Elizagaray, ingeniero de Oreca responsable directo del desarrollo del motor del Fabia S2000. La intención de Hevia es la de rodar con el coche, coger de nuevo ritmo de carrera y ver dónde están con respecto a sus rivales. Ya habrá tiempo de correr al máximo.
Tras la jornada de presentaciones, llegó el turno de subirse al coche. El equipo había planificado dos jornadas de test, la primera con un trazado rápido en la zona de San Román y la segunda con un perfil más lento en Carbayín. El día transcurrió entre las pasadas de Hevia y las paradas de rigor en la asistencia para realizar pequeños ajustes y poner el coche al gusto del piloto. El día no estuvo exento de un susto al ver como el coche parecía fallar, y es que parecía que el cut off del cambio era demasiado sensible, todo se pudo resolver gracias a los técnicos de Skoda, que desde Chequia estaban al tanto de los tests.
Cuando comenzamos a curiosear el Fabia, pronto nos damos cuenta de que estamos ante un auténtico coche de carreras. La ubicación de los distintos elementos mecánicos nos indican que se ha partido de un coche de competición y no de uno de calle, sin duda que la experiencia de la marca con el WRC se hace notar en el S2000. Todo en el coche parece buscar el mejor reparto de pesos y del centro de gravedad. El motor va situado muy abajo en el vano, tanto piloto como copiloto van prácticamente sentados en el asiento trasero e infinidad de sistemas rápidos sustituyen a los tornillos por lo que resulta muy sencillo desmontar la mayoría de los elementos mecánicos.
En el asiento derecho con Hevia
Hacia el final de la tarde, Hevia llevó a dar una pasada por el tramo a varios invitados. Yo tuve la suerte de ser uno de ellos, viviendo una de las ocasiones más intensas dentro de un coche de rallyes. En cuanto te sientas en el Fabia notas que hay mucho espacio, debido sobre todo a la posición del copiloto mucho mas retrasada y baja que la del piloto. A duras penas se puede ver la carretera, aunque si tienes una buena posición para ver lo que hace el piloto.
En cuanto empezamos a rodar, llegamos a la primera curva, una derecha larga, Berti clava los frenos y la pasamos como si nada. El coche da la sensación de girar muy plano. Empezamos a subir hacia la zona más rápida del tramo, el ritmo es endiablado, Hevia hace fácil lo difícil y recuerdo que hace unas horas pasamos por ahí con el Octavia de calle rozando los 120 km/h, no se a cuanto iremos, pero las curvas se las traga sin rechistar. Parece un simulador, un golpe seco en el vértice y continúa la marcha sin inmutarse. ¡Madre mía, el paso por curva del coche es espeluznante!
Llegamos al final de los 2,5 kilómetros y toca en sentido inverso, media vuelta y el descenso permite comprobar la eficacia de los frenos. El coche muestra una gran capacidad de frenada, lo que unido al buen reparto de pesos lo convierten en un coche muy eficaz y equilibrado.
En el fondo envidio a Pin, su copiloto, es el único que podrá disfrutar del Skoda Fabia S2000 a un ritmo al 100%. Para mí fueron 5 kilómetros que no olvidaré.
