La duodécima y penúltima cita del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA (WRC) de esta temporada, es la única prueba del calendario del WRC en la que los pilotos compiten tanto sobre tierra como asfalto. Si hay dos personas en el mundo que han demostrado que son los mejores sobre ambas superficies (además de en la nieve, y porque no hay más, que si no también), son Sébastien Ogier y Julien Ingrassia, campeones del mundo de rallyes por tercera vez. Y no solo son sus habilidades las que les hacen ser los mejores, también tiene algo que ver la máquina que llevan.
«El Rallye de España es único. Debemos garantizar que el Polo esté muy bien preparado tanto para tierra como asfalto», explica el Director de Volkswagen Motorsport, Jost Capito. «Esto no sólo significa que el piloto y su copiloto deben estar bien atentos y ser capaces de adaptarse a unas condiciones cambiantes, también pone a todo el equipo a prueba, particularmente a los mecánicos. Hemos hecho un buen trabajado cambiando las especificaciones de tierra a asfalto en los últimos dos años y hemos ganado en España. Este año, esperamos, obviamente, conseguir nuestro «hat-trick» de victorias. Jari-Matti Latvala y Miikka Anttila dominaron en Córcega y están en España con mucha confianza. Sébastien Ogier y Julien Ingrassia no tuvieron suerte en el rallye de casa, pero no hace falta decir que están deseando recuperarse y conseguir la que sería su octava victoria de la temporada. Andreas Mikkelsen y Ola Fløene aún no han renunciado a la segunda posición en la clasificación general. Sin duda será emocionante», declara Capito, orgulloso de su equipo, de sus pilotos y de sus máquinas.
En el caso de los campeones del mundo, hablan del Rallye de España con cariño y satisfacción, a pesar de ser un rallye difícil para todos por los cambios de superficie. «Cuando pienso en el Rallye de España, obviamente me viene a la meta los éxitos de los que hemos disfrutado los dos últimos años. En 2014, Julien y yo ganamos y nos aseguramos nuestro segundo título de pilotos y copilotos, mientras que en 2013 ayudamos a Volkswagen a sentenciar el Campeonato de Marcas con un doblete. Las celebraciones y felicidad de todos los miembros del equipo en esas situaciones no se olvidan. Este año queremos tener motivos para volver a celebrar, sobre todo después de lo que fue un decepcionante Rallye de Francia para Julien y para mí», ha declarado Ogier a tres días de empezar la prueba.
También podremos ver a Jari-Matti Latvala y a Andreas Mikkelsen haciendo disfrutar al público por los tramos catalanes, pero sin poder despistarse ni un segundo, ya que tienen aún pendiente el segundo puesto del campeonato del mundo. Aunque Latvala lo tiene más fácil y más a mano, los errores más pequeños en WRC, en ocasiones son los que más caro se pagan. «El Rallye de España es uno de mis rallyes favoritos. El año pasado, Sébastien Ogier y yo tuvimos un duelo muy ajustado. Ataqué hasta el final y gané el Power Stage. Lamentablemente no logré el triunfo por apenas once segundos. No estuve al 100% al inicio del rallye sobre tierra», comentaba el finlandés. «La superficie de los tramos de tierra es relativamente dura, pero está cubierta por una capa fina de polvo. La victoria en Córcega me ha dado mucha confianza. Sólo quedan dos rallyes y quiero estar en la pelea por ganarlos».
Asfalto, tierra, asfalto, asfalto, es es la secuencia de superficies de los tramos que aguarda a los competidores del WRC a partir del jueves y los tres días siguientes de rallye. Y ese no será el único desafío, la puesta en escena de la 51º edición del Rallye de España cuenta con 23 tramos, siete más que en 2014, con 331.25 kilómetros cronometrados. Esto significa que estos días los equipos toman notas nuevas en el 51% del recorrido.