Habíamos oído hablar de un litro por kilómetro de consumo de combustible en los Kit Car y en algunos de los R4+; de los tropecientos euros que cuesta un neumático o el litro de la turbomax… pero nunca un gasto total de ¡un euro por kilómetro!
Esta relación, más propia de lo que te salpica un taxista, casi es utópica en el mundo de las carreras si no fuera porque la gente de Renault asegura la ha logrado el Dacia Sandero Cup que pilotó Alberto Monarri en el pasado Rallye de Ourense.
Claro, la cuenta final tiene «truco» pues se refiere exclusivamente a los «consumibles» de este coche y en esa prueba. La cifra viene de dividir el gasto de gasolina (50 euros, no necesita más el pequeño 1.2 litros de 75 CV) más un juego de neumáticos de serie, a 55 euros la rosquilla, y algún mini-dispendio más entre los kilómetros totales de la carrera gallega.
Y aunque aquí falta la repercusión del gasto de adquisición, depreciación y todo el coste de logística (la cuenta del hotel, dietas del equipo, desplazamientos, reconocimientos y demás… ¡menuda salsa!) la cifra/reclamo es, desde luego, muy interesante para una copa que pretende ser el punto de entrada al Campeonato de España de Rallyes de Asfalto para los pilotos más jóvenes.
Con todo, el talón de Aquiles reside en la ausencia de premios por carrera; justificados por la marca en la reducción del coste de adquisición del vehículo más el kit de preparación. Sin poder ser agoreros, hay quien insiste en que de haber existido incentivos económicos se hubiera inscrito algún equipo.
El resto de alternativas del panorama nacional (Copa Suzuki por proximidad en esa escalera de progresión en los rallyes) marcan la diferencia en este aspecto. Y así, si a los aproximadamente 4 o 5 euros por kilómetro de coste que puede tener un Swift de los que se disputaron la victoria en Ourense (haciendo la misma cuenta de solo consumibles e incluyendo un lote completo de ruedas nuevas) le restamos el premio del ganador (4.600 euros más un par de neumáticos… y otro más como prima de salida) en este caso a Adrián Díaz le habrían entrado en el bolsillo varias monedas de euro por cada kilómetro completado en aquel rallye.
Bromas aparte, la realidad se aleja de este panorama… y los gastos son mucho mayores. Pero los premios ayudan a compensar la situación; y si encima uno despunta, también a tener un cierto margen con el que, unido a las aportaciones de los patrocinadores, poder tirar para adelante toda la temporada y asumir imprevistos.
Sea como fuere, Renault mantiene su apuesta por la Dacia Sandero Rally Cup y el equipo Puskas Racing Service, encargado del mantenimiento de la «unidad laboratorio», sigue trabajando en la mejora de reglajes y ajustes de este vehículo. Desde el Rías se han centrado los esfuerzos en frenos y suspensiones, no descartando incluso probar un desarrollo de cambio más corto que permita ganar prestaciones a este primer e interesante escalón en los rallyes.