Y ya tenía ganas, la verdad, porque hablar con entendidos en rallyes y aprender de ellos no es algo que suela hacer con la asiduidad que me gustaría. En estas semanas han pasado tantas cosas que se nos acumulan los temas que comentar, así que, si os parece, empezaré por el que más interés despierta hoy en nuestros usuarios: el tira y afloja en el Nacional de Asfalto.
En realidad, no nos enfrentamos a nada nuevo: estos líos los hemos tenido siempre que se cree que un piloto tiene una supuesta posición de ventaja (nótense los términos “creer” y “supuesta”, por favor). Lo que toca para defender tu postura es un gesto dramático, un golpe sobre la mesa que -seamos honestos- rara vez se resuelve en algo definitivo. ¿Por qué? Porque, al final, los patrocinadores y los compromisos adquiridos mandan, todos han de demostrar su profesionalidad y, sobre todo, porque estamos hablando de un deporte en el que hay mucho corazón. Y cuando “tira”, haces lo que sea por seguir corriendo (que, de paso, es lo que queremos ver; ya están las listas de inscritos bastante mermadas). Los líos del despacho, al despacho. Tras el volante, el fuego que hace disfrutar a los que estamos en las cunetas. Sierra Morena promete…
Hablando de despachos y cunetas, se me viene a la cabeza otra trama novelesca: la intención de aplicar en el Mundial de Rallyes una idea pensada por y para el espectáculo, lo que no siempre es bueno (en realidad, rara vez lo es). Ya puedes haberte dejado el alma corriendo durante tres días, que tu posición final la va a decidir el último tramo. ¿Eres el líder? Enhorabuena, chaval, pero aquí tu contrincante más directo -es decir, el segundo clasificado- se va a partir la cara contigo para ver si en esta especial cambian las tornas y se lleva la victoria. ¿Que tenías una ventaja de casi un minuto y no te parece justo? Ya, pero piensa en la tele, las audiencias y tal… Y de esta forma es más emocionante, qué duda cabe.
Así me imagino la conversación entre los promotores del WRC y los pilotos, discutiendo una “genialidad” que ya saltó al ruedo en su día y que alguien que sabía que los rallyes se juegan contra el crono, no en el cuerpo a cuerpo, apartó a tiempo. Que la especialidad necesita “vitaminas” es cierto, ya que cada vez hay menos público. Pero quizá deberían plantearse qué espectadores quieren y de qué forma van a atraerlos, ¿no?