Hoy es el típico día en el que te preguntas si tienes fotos suficientes y si es mejor quedarte durmiendo en el hotel para luego dirigirte a la sala de prensa tranquilamente a sentarte delante del ordenador.
Pero como en el Rally de Gran Bretaña resulta difícil ver más de un par de tramos por día, hoy no había más remedio que ver Rheola y Port Talbot, el decimocuarto y el décimoquinto tramo. El primero en una sección artificial, que con el tiempo se ha convertido en tradicional, denominada Walters Arena entorno a un lago donde navega una Zodiac por si algún participante cae al agua y a cuyos ocupantes casi les permite tocar los coches y hacer fotos sentados.
20 esterlinas por cabeza y 10 por niño no es un precio barato hoy en día, por lo que la asistencia de espectadores se viene resentido notablemente en los últimos años respecto a lo que recuerdo de mi primer RAC Rally en 1980, donde campos inmensos servían de aparcamiento a miles y miles de coches. Pero nunca falta ni el ‘speaker’ que va comentando los tiempos e incidencias ni el furgón de las hamburguesas para matar el tiempo entre pasada y pasada.
El Mario Picazo de estos lares había anunciado sol, así que decidí dejar los pantalones de agua y el paraguas en el coche. Craso error. Una ‘shower’ de diez minutos nos ha puesto calados hasta los huesos, el filtro del 70-200mm se ha empañado en dos ocasiones y al final he tenido que retirarlo. Después de tan solo ocho coches hemos salido volando hacia el final de Port Talbot, pero por mucho correr no amanece más temprano y cuando te encuentras un par de motoristas de la policía, o ‘Heddlu’ en lenguaje galés, no te queda más remedio que apechugar y bajar el ritmo.
Afortunadamente al final no hemos llegado con la lengua fuera hasta el par de paellas donde acaba el recorrido. Allí a través de los cámaras de la ISC hemos tenido noticias frescas, el problema de Hirvonen con el capó de su Ford Focus y el vuelco de Ogier. Y para rematar nos ha caído una ‘shower’ que seguramente nos costará exceso de equipaje mañana en el avión, tal nos ha puesto de mojado el chaleco FIA y el anorak … .
Pero me parece que por este año ya está bien y desde esta página aunque sea con notable adelanto, os deseo Felices Navidades y un Próspero Año Nuevo a la espera de reencontrarnos en febrero de 2010 con ocasión del Rallye de Suecia.
“I see you there…”