Hoy hemos tenido una pequeña celebración en la sala de fotógrafos.
Nacho Blanco responsable de TODO RALLYES y de las crónicas del Mundial de Rallyes desde 2001 en AUTOHEBDO Sport nos ha hecho una visita, ya que después del Rallye de Noruega sufrió un accidente probando un buggy en el que quedó seriamente dañada su mano izquierda al agarrarse al ‘roll bar’, siguiendo todavía en proceso de recuperación. Además de forma inexplicable fue incluido en un ERE del Grupo Z teniendo que dejar su trabajo. Así que hemos querido expresarle nuestro apoyo y reconocimiento con un vino de la tierra.
No te olvidaremos Nacho y a ver si nuestras vidas se vuelven a cruzar pronto profesionalmente.
Media hora de diferencia en la celebración de la primera pasada por El Molar, ha sido suficiente para romper el programa previsto y acudir al célebre tramo. No sin vergüenza torera al superar gracias a nuestro pase a un montón de aficionados que con niños y carritos han caminado seis kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Ha habido gente que después de ese esfuerzo ha llegado cuando sus héroes habían pasado. ¿Tan difícil es poner un autobús como en Sanremo y por, digamos un euro, facilitar ese desplazamiento?. Solo quienes han dormido allí han podido disfrutar del espectáculo. Uno entiende que salidas y llegadas deben de estar despejadas, pero los accesos intermedios son precisamente eso, accesos.
La única forma de hacer tres tramos era tratar de encontrar un lugar interesante fotográficamente hablando así que hemos ido a Vallclara al final del bucle de tres tramos, a velocidades moderadas ya que la C14 que une Reus y Montblanc está literalmente infestada de radares. No sé qué pasará el año que viene cuando no exista la tolerancia del diez por ciento en la velocidad máxima. El único problema de esta solución es cuando llegan los Mossos d’ Esquadra como se puede ver en la fotografía.
De vuelta a El Molar nos hemos dirigido al inicio del tramo, en El Lloar, sin el más mínimo problema, con un calor de injusticia y un montón de moscas, seguramente de origen australiano, las más pesadas del mundo con diferencia. Curiosamente sin problemas de acceso, con una vista panorámica de cerca de un kilómetro y varios sitios interesantes para la fotografía. Además había una furgoneta de La Polar, pero no tenía helado de turrón, mi preferido….
Fins demà