Bueno, han sido grandes las presiones para elegir el personaje polaco. Podría empezar conmigo mismo, por aquello de haber nacido en Barcelona. También ‘fuentes sindicales asturianas’ me sugirieron Lech Walesa y algún ‘montañés’ me sugirió a la guapa modelo polaca Joanna Krupa.
Pero estaba claro que el personaje iba a ser Robert Kubica (pronunciar Kubitza, como la pizza). Nacido el 7 de diciembre de 1984 en Cracovia, Sagitario como yo, Robert empezó a competir en el Campeonato Polaco de Karting apenas cumplido los diez años reglamentarios, ganando seis títulos en tres años antes de marchar a Italia donde en 1998 triunfó en el Campeonato Internacional de Karting de Italia, siendo el primer extranjero en lograrlo. Tras revalidar la corona en 1999 compitiendo contra su amigo Fernando Alonso, en 2000 Robert pasó a correr en la Fórmula Renault y la Fórmula 3 Euroseries antes de ganar las World Series by Renault en 2005 con el equipo Epsilon Euskadi. Un año más tarde fue presentado como tercer piloto de BMW-Sauber en Fórmula 1 donde Kubica acabó sustituyendo a Jacques Villeneuve en la formación alemana y ganando su primer GP en Canadá en 2008.
Tras una verbena de San Juan en casa, siendo casi imposible conciliar el sueño, a las siete de la mañana tuve una sorpresa en el aeropuerto del Prat antes de volar con Czech Airlines a Praga, al sorprender a cierto piloto campeón de España que iba a comprar a tierras checas una nueva ‘vajilla de Bohemia’ que estrenará muy pronto.
Finalmente, tras hora y media de vuelo en un avión a hélice desde Praga a Varsovia y encontrarme con Javier Bueno y Jordi Rierola que llegaban a Polonia en distintas combinaciones, nos tocaba salvar 240 kilómetros de distancia hasta la ciudad de Mikolajki. Nada más salir del aeropuerto nos encontramos con el primer atasco: ¡en 1h 45m tan solo logramos hacer 42 km!. Al final llegamos a la sala de prensa cuatro horas y media después sin poder correr mucho ya que encontramos como diez radares fijos en el trayecto y tanta policía como en tiempos del Telón de Acero. No quiero imaginar cómo sería esto en tiempos de Seat Competición ya que Antonio Zanini, que debe de andar por estos lares invitado por la organización, fue segundo en el Rallye de Polonia en 1976 y 1977 con los viejos ‘taxi’, para ganarlo con el Fiat 131 Abarth en 1978 y 1979 y con el Porsche 911 SC en 1980. Todo un récord.
Esto va a ser duro durante el fin de semana a causa de la gran afluencia de público ya que se esperan unos cien mil espectadores. Eso sin contar con la policía, los comisarios y el plástico por doquier. Lo único a nuestro favor es que difícilmente van a anular un tramo ya que el director de carrera del Rallye de Polonia es el hijo de Jacek Bartos, el delegado de Seguridad de la FIA, el que va en el helicóptero rojo… . Todo me da que no repetiremos en Polonia, espero.