Para abrir este diario de viaje correspondiente al Rallye de Alemania y tras volar hasta aquí con Lufthansa he elegido uno de los héroes de la Luftwaffe, el general Adolf Galland (1912-1996) un piloto de combate alemán considerado el sucesor del ‘Barón Rojo’ durante la Segunda Guerra Mundial. Nació en Westerholt, fue destinado a la Legión Cóndor en 1937 realizando más de 300 misiones de combate en ataques a tierra. Tras la invasión de Polonia pasó en 1940 a la escuadrilla JG 27 de cazas Messerschimitt BF 109-E donde consiguió sus primeras victorias durante la invasión de Francia, acumulando más derribos en la Batalla de Inglaterra, hasta un total de 96 aviones enemigos abatidos. Fue ascendido a General por el mariscal del Aire nazi Hermann Göring asumiendo el mando de la Inspección General de la Caza a finales de 1941.
En 1943, Galland voló un prototipo del primer jet operacional de la historia, el legendario Messerschmitt 262: «Esto no es un paso adelante, es un salto. Era como si un ángel te estuviera empujando…».
En 1945, las diferencias de Galland con el cada vez más ausente Göring eran cada vez mayores, por lo que dimitió como inspector de caza. Terminó la guerra con 104 victorias y con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, Espadas y Brillantes, una de las condecoraciones militares alemanas más altas después de la de Hans-Ulrich Rudel, el famoso piloto del Junkers Ju-87 ‘Stuka’, responsable entre otros de la destrucción de 519 tanques soviéticos y del acorazado soviético Marat. Adolf Galland fue capturado por el ejército de Estados Unidos y fue prisionero de guerra hasta 1947 colaborando con la RAF británica y el Ejército del Aire Argentino.
Si no fuera porque mezclar el trabajo con las vacaciones de la familia al final ni haces bien tu trabajo ni estás por ella, no tendría ninguna duda de venir con ella al Rallye de Alemania. Trier y su Porta Nigra, el anfiteatro romano y las colinas llenas de viñedos del Mosela es un paisaje agradable, más que el finlandés y cerca de la belleza del asturiano. No se come mal, la wiessbier es excelente y no es nada caro: 34 euros una habitación doble en un típico hotel-restaurante en uno de los pequeños pueblos entorno a la ciudad natal de Karl Marx.
El hecho de volver a reunir el WRC, el Super2000, el Grupo N y la Junior ha sido motivo de apurar al máximo el shakedown, no en vano había que llenar la tarjeta de memoria de los Lemes, Pons, Valdés y Llovera si en el fin de semana queremos ver hasta cuatro tramos por día, pese a que el tráfico no parece que sea el mismo de otro años ya que la presencia de espectadores ha descendido en el shakedown.
El mejor tiempo ha sido para Dani Sordo copilotado ya por Diego Vallejo, que estuvo presente en la conferencia de prensa de la FIA. En ella Sebastien Loeb afirmó que al igual que en Finlandia no piensa arriesgar por conseguir su octava victoria consecutiva y qué pensará más en el campeonato, mirando en ese momento hacía atrás en dirección del español, ¡vamos que le abre la puerta todo sea por j… al otro Seb.
A última hora de la tarde ha aparecido Carlos Sainz en el stand de Volkswagen ya que mañana conducirá el coche 0, un VW Sirocco a gas, antes de tomar parte en la presentación por la noche del nuevo Tuareg 3 con el que correrá en Argentina el Dakar el próximo mes de enero. Un momento de reencuentros donde no ha podido faltar Luis Moya.
Pero lo mejor del día ha sido cuando estábamos a punto de marcharnos al ver descender del camión de Volkswagen a Olivier Quesnel y Seven Smeets de Citroën, a Gerard Quinn y Malcom Wilson de Ford y Richard Taylor y David Lapworth de Mini que debutará el año que viene en el Mundial de Rallyes, con toda seguridad para departir, sentar las bases y fortalecer el Mundial de Rallyes donde la marca de Wolfsburg ha puesto su punto de mira para 2012 de forma más que evidente. ¿O no está claro?.
