Hoy tocaba vuelta a las viñas con dos tramos muy especiales como Moselwein y Dhrontal, amén de la Superespecial Circus Maximus, de 4,37 kms entorno a la Porta Nigra en pleno centro de la ciudad de Trier.
La verdad es que no me importaría que todo el recorrido del Rallye de Alemania discurriera por este tipo de terreno, único en el campeonato del mundo de Rallyes a falta del añorado Tour de Corse. Y es que ni Cataluña, supongo que Francia, ni por supuesto Bulgaria resultan tan sugestivas. Además para llegar hasta las hoces del Mosela no se emplean más de veinte minutos desde Trier. Una opinión de la que se hizo partícipe Daniel Elena ya que la longitud de Panzerplatte hace que los pilotos se muestren conservadores intentando salvaguardar sus neumáticos, pagando el pato el espectáculo.
Aunque hubiera sido posible ver los dos tramos, decidí ir a la Superespecial por primera vez desde que vengo cubriendo el Rallye de Alemania. Así que decidimos esperar a los pilotos españoles y volver a la sala de prensa para adelantar algo el trabajo antes de ir.
La Porta Nigra es la fortificación romana más grande más allá de los Alpes y fue construida con piedra de arenisca negra entre los años 186 y 200 DC y la única de las cuatro existentes que resistió el ataque de las tribus germanas. Y la verdad es que de cara al público la cosa funciona, aunque su desarrollo fue un tanto sui generis al darse la salida a los pilotos de cuatro en cuatro cada medio minuto, completando tres vueltas al circuito. Dejando de lado una tribuna que rompía el escenario con la Porta Nigra de fondo y el cielo nublado, los edificios y los macizos de flores bien valían la foto. Además nunca he podido hacer tantas fotos a los pilotos seguidas.
Fiesta Citroën en el podio y todos sonrientes para la foto en la rueda de prensa. Dificilmente tendrá el campeonato otros colores de aquí a final de año, aunque el mio fue por un dia el ‘rojo’ en Alemania… .