Apenas oí el primer gol del Barça. Ayer Jordi Rierola no pudo ver el Arsenal-Barcelona y tuvo que seguirlo por radio en Internet. Su cabreo esta mañana era evidente con el empate después de ir ganando dos a cero y la expulsión de Pujol.
Por ello esta mañana decidimos no ir a la vieja Gerasa, la antigua ciudad romana de la Decápolis a un centenar de kilómetros del Mar Muerto, donde el Rallye de Jordania tenía la salida, ya que significaba zambullirse en el tráfico de Amman. Era preferible entrar en el cuarto tramo, Monte Nebo, desde donde Moisés, negada la entrada de la Tierra Prometida a la que dirigió a los Israelitas desde Egipto, vio la tierra de Canaán desde la cima de la montaña antes que morir. Un tramo espectacular por sus desfiladeros que no había que perderse por la representatividad del paisaje.
Pero levantarse tarde significaba hacer cola en el desayuno afortunadamente el tramo no se cerraba hasta mediodía. Pudimos aparcar en el tramo sin problemas y nos encontramos con el matrimonio Gritti, Germano y Anna, con quienes al menos pasamos el rato charlando y disfrutando del silencio del lugar, tan solo roto por una pequeña cascada de agua. A la hora de cerrar llegaba una ‘pick-up’ con tres ruidosos locales que después de meternos una cinta amarilla en la paella se pusieron a fumar narguile. Afortunadamente eran apenas cuarenta coches lo que nos permitió salir del tramo para buscar un chiringuito donde comer un rápido kebab con una Pepsi. Al final tuvimos que meterle prisa al dueño y es que aquí todo funciona a otro ritmo (ce l’Afrique patron, o casi) para llegar y encontrarnos que el desfiladero cuya foto hace dos años utilicé como apertura de Jordania en ‘Imágenes de Rally’ había sido ‘tomado’ por las cámaras de TV oficiales del WRC, es decir por las pancartas de dos metros de largo de Magnetti-Marelli, FX Pro (sin chicas), Pirelli y Jordan, de sus patrocinadores: hijos de la Gran Bretaña…. . O sea que a darle vueltas al tarro y a ver qué hacíamos para sacar adelante la jornada, el único consuelo es que no era el único.
De vuelta al coche tuvimos que lidiar con el Ejército Jordano que nos tiró piedras por caminar por la carretera hasta que Maurice Selden, el fotógrafo de Martin Holmes, se enfadó y me los puso a todos firmes lo que les ha valido un ‘meeting’ no precisamente para alentar las tropas… Y es que como siempre pasa la primera edición de una prueba nueva todo va más o menos rodado, pero en cuanto afluyen los espectadores la policía se ve en la necesidad de ejercer su papel. En la carretera donde se encuentra tanto la salida como llegada del tramo de Monte Nobe hay un control con un Hummer con ametralladora donde había que detenerse en ambos sentidos y donde Jordi ha tenido la osadía de preguntar si se podía hacer una foto. Hay esta juventud que no ha corrido delante de los grises….