- Es que hay coches que traen suerte y hay coches que son gafes. ¿Cómo se puede dar a Sebastien Loeb el Citroën C4 WRC con el que dio cinco volteretas el año pasado en el Rallye Acrópolis?. Bien es cierto que es posible recuperar, tal es la dureza y resistencia de los chasis actuales, incluso el del espeluznante accidente de Jari-Matti Latvala en Portugal, ¿pero elegir ese para un seis veces campeón del mundo?.
- Y es que al final Whaanga Coast acrecentó su leyenda. Loeb superaba a Ogier en el primer tramo, pero el guión previsto se saltaba a raíz de un accidente del piloto galo a tres kilómetros del final, poco más allá del célebre punto para fotógrafos. En una larga derecha que se cerraba al final su Citroën empezó a subvirar para acabar dañando el único lado que permanecía intacto, perdiendo Loeb unos cuarenta segundos y descendiendo tres posiciones. Al final el accidente de Petter Solberg en el último tramo al impactar su C4 WRC contra un poste de la luz permitió a Loeb meter un pie en el podio.
- La victoria estuvo a puntito de ser para Sebastien Ogier. El piloto del Citroën Junior Rally Team había hecho un trompo en el primer tramo tras golpear un montículo, pero el error de Loeb le había devuelto el liderato. El campeón del Mundo Junior 2008 había logrado aumentar ligeramente su ventaja sobre Latvala para tomar la salida en el último tramo, Whaanga Coast, con 6,2 segundos sobre el piloto de Ford. Pero Ogier daba un trompo a tres curvas del final, en una zona más estrecha y boscosa, y regalaba la victoria a Jari Matti Latvala por 2,4 segundos, la tercera distancia más escasa de la historia. El finlandés obtenía su tercer triunfo pese a su posición oficial como segundo piloto esta temporada tras su accidente en Polonia el año pasado y Ford obtenía su victoria número 75 desbancando a Lancia como la marca de mayor éxito en el Campeonato del Mundo de Rallyes.
- Al contrario que su laureado compañero de equipo, Dani Sordo contaba con un Citroën C4 WRC nuevo de trinca, el chasis nº 21, el último de los que se construirán. Pero el piloto cántabro se tenía que conformar con ser quinto y eso gracias a la salida de pista de Solberg. En el plano positivo señalar que Dani logró el mejor tiempo en el último tramo, justo en el que se jugó la victoria, pero en el Mundial de Rallyes no basta ser ‘Reina por un día’ y hay que dar la talla en todo momento y toda superficie. «Sabía que esta última etapa sería difícil. Yo sé hasta dónde puedo llegar y el sábado no terminaba de tener la confianza suficiente cuando el ‘grip’ variaba en pleno tramo, algo que suele ocurrir constantemente en esta carrera. El coche se me iba mucho de atrás y no podía exprimirme al máximo, pero al final me voy con buen sabor de boca porque cuando las condiciones han sido más adecuadas a mi estilo y había más agarre, he vuelto arriba. Mientras todos luchaban por la victoria he marcado el ‘scratch’ y por casi nada no he finalizado cuarto. Quizás pueda parecer poco pero ahí está el dato y no hay que ser ni optimista ni pesimista, sino ver las cosas como son. Además, después de los dos ceros de México y de Turquía, estoy casi obligado a terminar y ayudar a mi equipo en los puntos de marcas”. Pero el otro Sebastien, Ogier, ha logrado en medio año lo que Sordo lleva intentando desde hace tres: sorprender, demostrar que está ahí. Cierto es que no se juega nada y que no tiene responsabilidades de equipo, pero le está haciendo la cama y de qué forma al piloto español.
- Victoria de Jari Ketomaa en la Copa Super 2000 con su Ford Fiesta y segundo lugar para Xevi Pons, que controló en todo al momento al checo Prokop sobre el cual dispone de veinte puntos de ventaja en la clasificación del campeonato. En Producción, dominio total neozelandés con Hayden Paddon y su Mitsubishi Lancer a la cabeza, en ausencia de los grandes protagonistas del campeonato.
