Hoy debería de haber sido una excelente jornada de relax ya tanto yo, que había decidido cumplir con mis compromisos escritos en la sala de prensa, como Jordi Rierola y Julián González que marchaban hacia los tramos, nos reuníamos a desayunar a las ocho de la mañana casi una hora después de que los pilotos se sentarán en sus coches en el parque cerrado.
Tocaba preparar comunicados de prensa, en castellano e inglés, preparar el próximo número de la revista MOTORACCION y varias traducciones, pero aún así el ritmo de la mañana estaba marcado por la aparición en las pantallas de los tiempos de los tramos. Francamente, a veces los errores en la página wrc.com son de ponerse colorado: no es normal que aparezca el tiempo final de un piloto y en los parciales no muestre el de la última sección.
La única ventaja es la escasa aglomeración de fotógrafos en el control del mediodía, pero entre que hubo un reagrupamiento de media hora en la población de Mandern, donde se asienta el fabricante de amortiguadores Bilstein, hizo que el tiempo fuera escaso, las televisiones hicieran valer su preferencia a la hora de las entrevistas, total que a Dani Sordo apenas le pude preguntar más cosas. Afortunadamente más relajada fue la conversación con los chicos de la FIA Academy, Yeray Lemes y José Antonio Suarez, aunque el de Pravia venía con la caja rota y no se la querían cambiar.
Por la tarde a medida que se acercaba la hora de cierre de los distintos pluriempleos que como siempre acaban superponiéndose el uno con el otro, pues me ponía cada vez más nervioso. Tanto que ni me enteré del pinchazo de Loeb, digamos en directo, sino que pillé una conversación al vuelo. Ya de vuelta tocaba abordar como fuera a un Dani Sordo que se defendió como gato panza arriba después de hacerse con la tercera posición al sufrir Mikko Hirvonen un pinchazo. Así que antes de que parara su Mini John Cooper Works WRC defendí ‘mi posición’ frente al resto de compañeros, incluso frente a su jefa de prensa, la británica Ann Bradshow, ex RR.PP. de Michael Schumacher que me entregara mi primer pase de prensa ¡en el Lombard RAC Rally de 1980!. Solo abrí obviamente paso a Dave Wilcock y David Lapworth. Aún así la conversación con la prensa española fue interrumpida por Sven Smeets que vino a felicitar al cántabro como lo había hecho a mediodía Olivier Quesnel, que por la tarde no apareció temiéndose la mundial como al parecer ocurrió en el camión de Citroën por la noche. Porque a ver quién se atreve ahora a penalizar a Ogier para que Loeb gané su noveno Rallye de Alemania…, situación con la que evidentemente ninguno de los dos Seb estaba de acuerdo.
El único punto triste del día fue la salida de carretera en un cruce de primera de Yerai Lemes que en vez de volver por el campo intentó salir recto con su Ford Fiesta perdiendo casi un minuto, un tiempo que le costó una merecida victoria frente al irlandés Craig Breen en el día de su 24º cumpleaños, donde por no tener ni podio hubo… . ‘Cohete’ Suárez finalizaba cuarto después de hacer honor a su apodo en algunos tramos.
Y mañana despegaré dos veces, una en helicóptero para ver los dos primeros tramos del domingo y otra, si Dios quiere, en un Airbus 319 ¡hacia Madrizzzzz!. Eso sí después de escribir un nuevo Road Book.
Gute Nacht.