Hoy tocaba cargar con la mochila LowePro y una decena de kilos de material fotográfico. Pero el sol nos ha abandonado después de lucir desde mi llegada a Córdoba. Aún así seguimos el plan previsto de acudir a la primera pasada de Cabalango-Villa García, a un parte del viejo ‘shakedown’ del Rallye de Argentina.
Y hoy he vuelto a sufrir los problemas con la policía reportados por mi colegas ayer. Lo que no se entiende es que desde la salida al vado de agua, en 1,4 km, los doce primeros uniformados no te digan nada y llegue el décimo tercero y te diga que haces caminando por la carretera. Entonces, uno se calienta, contesta educadamente en castellano y ahí acabas de liarla… . Total, que cual es mi nombre, de donde soy, llamada a la Hayley (1,6 euros de por establecimiento de llamada y 2,5 euros por minuto de conversación para Vomistar) y posteriormente a parar uno de los coches de seguridad para pedir explicaciones.
Así que cuando llegas al lugar conocido de otras ediciones, un salto al rodar sobre una roca un tanto peligroso, entre el gris del cielo y no querer más líos, se te quitan las ganas de arriesgarte por lograr una buena foto, sobretodo existiendo un tramo de enlace pintoresco de un vado de cemento sobre un río entre rocas a apenas dos kilómetros sin más problema que se cruce algún viejo y destartalado Ford Falcon con los WRC… .
Y de vuelta a la sala de prensa a cerrar todos los frentes abiertos, (a la hora de cerrar estas líneas se ha desestimado una posible irregularidad técnica en el coche de Ogier, pero Ford ha presentado una reclamación por los tiempos del séptimo tramo…dos días después), además de la vigilancia de todo el material de quienes están en el podio para poder acudir cuanto antes, por los anfitriones, que la familia Altamirano nos tiene preparado en Córdoba antes de volar a casa con uno de los A300-400 de Iberia (esta vez ni Sala Vip me ha tocado).
En lo deportivo victoria sorpresa de Sebastien Loeb tras el vuelco del líder Ogier a tres kilómetros del final del maratoniano Ascohinga-Agua de Oro de 48,21 km. Sin dirección asistida y sin alerón trasero el piloto de Gap perdió toda la ventaja que tenía sobre su compañero de equipo (47,7s) para perderla toda en tres tramos que sumaban 11,82 kms más 7,3 segundos sobre Loeb y 2,4 sobre Hirvonen, descendiendo hasta el tercer puesto. Y es que el de Gap sigue teniendo una flor donde la espalda pierde su nombre ya que cualquier otros se hubiera quedado tirado en el lugar Cuarto y ganador del Power Stage fue Petter Solberg, el último en finalizar dentro del minuto respecto a la primera posición. Con esta victoria, Citroën iguala el récord de siete triunfos consecutivos que tenía Lancia gracias al conseguido por Carlos Sainz en 2004 y a los seis siguientes de Sebastien Loeb.
Por cierto, Marie-Pierre Rossi, la bien conocida PR de Citroën Sport ¡está embarazada!, o sea el diseñador del nuevo VW Polo R WRC, François Xavier Demaison se ha empleado a fondo…
Y es que esto parece ya Falcon Crest, señores.
Che, ¡qué bueno que viniste!.