Con toda seguridad lo ocurrido en Australia no desviará un ápice el destino del Campeonato del Mundo de Rallyes 2011. Sébastien Loeb y Citroën parecen destinados a renovar un enésimo título, sea en Pilotos que en Marcas.
Ford no se ha comido un colín a lo largo de este año excepto en la apertura de la temporada en Suecia y ahora en Australia tras el ‘Waterloo’ de la marca del doble chevron en la primera etapa. Y eso que el margen entre el Fiesta RS WRC y el DS3 WRC se ha demostrado inferior al habido entre el Focus y el C4 de la temporada 2010. Pero la lección de Ford a Citroën, de los pilotos finlandeses a los galos o de Malcom Wilson a Olivier Quesnel no puede quedar en el olvido.
Jari-Matti Latvala llegó al penúltimo tramo con 13,4 segundos de ventaja sobre Mikko Hirvonen, su jefe de filas, su superior, con palmarés mayor, quizá inferior como piloto frente al más joven ganador de una prueba del Mundial de Rallyes de todos los tiempos… , pero no dudaba en dejar vía libre a su compatriota para que se situara a quince puntos del líder de campeonato optando a falta de tres pruebas: Francia, España y gales aunque sea de forma más matemática que otra cosa a desafiar a Sebastien Loeb por el título mundial. “A principios de temporada acordamos ayudarnos”, declaraba Hirvonen. “Hoy me ha demostrado el gran deportista que es, tenía una gran oportunidad de ganar el rallye de Australia, pero ha renunciado por ayudarme en la lucha por el campeonato. Hace dos años perdí el título por un punto y en estos momentos todo cuenta”. De esta forma, Mikko Hirvonen logró en Australia la décimo cuarta victoria de su carrera, tres de ellas en ‘Down Under’ y la segunda de este año.
Tal debió ser la vergüenza del ejemplo de sus rivales que, sorprendentemente, Sebastien Ogier aceptaba al final (¿a regañadientes?) hacer otro tanto. Para ello en el mismo tramo, el de piloto de Gap penalizaba un minuto por retraso en el control de salida y luego se dejaba casi diez más en ruta hasta la célula fotoeléctrica con una vaga excusa con el único fin de ser superado en el décimo lugar de la general por su compañero Sébastien Loeb, que así sumaba un punto antes de obtener otros tres extra por ganar el ‘Power Stage’, total cuatro, pese a su espectacular vuelco en el cuarto tramo del Rallye de Australia.
Evgeny Novikov imitaba a Loeb el domingo dejando su Ford Fiesta RS WRC bastante maltrecho, al igual que Henning Solberg, pero el noruego lograba continuar adelante para llevarse el colmo de la mala suerte tras pinchar dos ruedas en el ‘Power Stage’. Malcom Wilson y Khlaid Al Qassimo eran cuarto y quinto, siendo el del piloto de Abu Dhabi el mejor resultado de su carrera, finalizando por delante de Hayden Paddon que con su cuarta victoria en Grupo N es el ganador no oficial del campeonato PWRC hasta que la FIA lo sancione de forma oficial.