Hoy el primer tramo previsto, el tercero Alta Marmilla, era a las 11h 25 de la mañana, aunque estaba distante de nuestra residencia en Arzachena la friolera de 240 kilómetros. Yo confiaba que saliendo a las 8h de la mañana nos diera tiempo sin forzar la marcha en la Super Strada 131, limitada a 90 pese al doble carril, o sea no pasar de 120 km/h con el Mini Clubman John Works…
Sin embargo, bajar a Olbia detrás de un camión con un cubo de mármol de 25 toneladas y repostar en la gasolinera ‘oficial’ de la marca de Oxford nos colocó en la SS 131 con media hora de retraso según la ‘Marta’ (nuestro GPS por su voz femenina para los recién llegados a este blog), aunque confiábamos en recuperar parte de ello. Uno se deja arrastrar por la tecnología y las facilidades de la organización en forma de road book que nos llevaba al punto deseado. Pero el autor del mismo no se dio cuenta de que para ello había que ‘atravesar’ el tramo. Total que cuando vimos el coche ‘0’, un Citroën C-Crosser, algo me dijo que aquello no era correcto y echando un vistazo al mapa general, nos dimos cuenta del error.
Y si ya íbamos con la m… al c…, nos tocó rodear el tramo unos 15 km. Aún así llegamos con diez minutos de antelación, pero las indicaciones para encontrar una curva con un pueblo de fondo de un colega no fueron correctas y comenzamos a caminar hacia el final de tramo en lugar de hacia la salida. En fin, que la primera curva algo decente que vimos allí plantamos la tienda…
Yo, orgulloso con mi ultramoderno modem USB de Vodafone para transmitir que iba a estrenar en ‘roaming’, resulta que al final el cacharro me pedía un PIN ,que no es necesario en España, que yo no tenía. Y con mi señora de viaje, como para llamar a los churumbeles para que buscaran el dichoso papel…. En fin, que no hubo más remedio que coger el coche y de vuelta a la sala de prensa de Olbia, 240 kilómetros más para ver un solo tramo más que soso…
En lo deportivo, dos sorpresas: el ritmo de Sebatien Loeb que era el primero sobre la carretera y que mañana partirá con 33,2 segundos de ventaja sobre Petter Solberg a la espera de si la táctica de Ogier de perder casi medio minuto para caer dos posiciones hasta la cuarta le da o no suculentos dividendos en los tramos arenosos en los alrededores de Buddusú y Monte Lerno.
Y segundo, una competitividad mejor de la esperada del Mini John Coopers Works WRC que en mano de Dani Sordo ayer quedó a siete décimas por kilómetro de la cabeza, eso sí saliendo en undécima posición. El piloto cántabro no anduvo muy fino por lo menos en los sitios lentos donde yo le vi, o sea que debe correr mucho en las rectas, porque de lo único que se quejaba Dani era de la respuesta del motor en la salida de las lentas. Por otro lado su compañero Kris Meeke fue tercero en el segundo tramo y cuarto de la general antes de salirse.
En la Super2000, carrerón de Ott Tanak con el Ford Fiesta S2000, séptimo de la general delante de Prokop y Hanninen en una categoría donde Albert Llovera tuvo que abandonar tras volcar su Fiat Abarth Grandepunto. En la WRC Academy mala suerte para los dos españoles, Yerai Lemes y José Antonio ‘Cohete’ Suarez que se dejaron el cárter de sus respectivos Ford Fiesta R2, como media docena más de compañeros, en unas ‘calvas’ que Antonio Zanini ya había apuntado pero a quien sus pupilos no hicieron mucho caso…
Por último apuntar que fue casi imposible hablar con Dani Sordo y es que periodistas, cámaras de TV y fotógrafos se le echaron encima en cuanto llegó a la última asistencia, en claro contraste con los últimos tiempos en Citroën, sin que hiciera falta la Marie Pierre de turno para poner orden entre los colegas, Dani tuvo tiempo para todos. Y es que la llegada de nuevas marcas como Mini y la anunciada de VW ha hecho que la marca francesa abra ahora las puertas de su cocina a ‘too er mundo’, incluido un servidor.