Con el problema del modem USB a mis espaldas, hoy el único dilema que tenía era si después del primer tramo, el salto de Castrazza ahora denominado Coiluna, me daría tiempo de acudir al vado de agua del tercero, Su Filigosu, antes de volver a la asistencia del mediodía con la esperanza de que hubiera menos gente que al final de cada etapa ya que resulta poco provechosa: los pilotos responden lo mismo de forma automática y es difícil lograr un plano diferente y que sea característico de la prueba.
El salto destaca por la anchura de la carretera y tiene menor caída que el de Monte Lerno. Pese a ser el primero de la segunda etapa, la gente era escasa respecto a ediciones anteriores aunque la carretera de acceso presentaba alguna dificultad para la altura al suelo de nuestro Mini Clubman y hace unos años pudimos seguir el reguero de aceite de alguno que trató de correr más de lo debido.
Por desgracia en 2010 no era posible desplazarse un centenar de metros y volver a ver los coches en el mismo tramo como en ediciones anteriores, asi que no había más posibilidad de variación que desde el lado izquierdo o derecho, pero siempre frontal dada la posición solar. Al menos este año, los organizadores habían colocado unos cartelitos indicativos de la longitud en metros lo que significaba un aliciente para los espectadores, y fueron los dos Mini, el de Sordo y sobretodo Meeke, quien se llevó la palma, aunque según me contó el propio Dani después, confirmado por mis colegas, el cántabro le empató al norirlandés en el conocido salto de Monte Lerno, ya que le mostré las fotos del primero y se dijo: ‘Ahora se va a enterar el Esteban..’ . Mientras se daba la salida del tramo me encontré agrupadas a todas las integrantes del sexo femenino que realizan labores fotográficas en el WRC, así que aproveché para inmortalizar a las fotógrafAs, así con A mayúscula: Allison Hardwick, Sophie Dumont, Sophie Graillon y Sarah Vessely, para cumplir así con el cupo de la Bibiana Aído y su decálogo de ‘igualdaz’… .
Tras esperar el paso de los primeros Super2000, no como algunos colegas que se marcharon tras la primera docena de coches, fuimos detenidos al llegar al principio de tramo por la carretera de acceso, no permitiéndonos pasar pese a estar el coche escoba en meta. Finalmente después de alguna llamada, pudimos arrancar, pero el tiempo perdido me hizo desistir de ir a la tercera especial, sobretodo porque hace dos años, tuvimos problemas de aparcamiento dado lo estrecho de la carretera asfaltado de acceso, prefiriendo ir al puerto de Olbia a la asistencia.
Y no es que estuviera precisamente vacío el control previo al reagrupamiento.
Allí encontramos a Dani Sordo y Carlos del Barrio con sendos brazaletes negros en honor del malogrado Severiano Ballesteros, cántabro como ellos, a Alessandro Pavesi, ex RR.PP. de Pirelli en la época de Lancia metido a copiloto del coche ‘0’, a un FX Demaison enfundado con un camisa del equipo de Petter Solberg en lugar de la de VW con la que se vistió el jueves en el lanzamiento del Polo R WRC (francamente no se entiende que Olivier Quesnel le deje acercarse a nada que tengo que ver con Citroën, excepto a su chica, nada menos que Marie-Pierre Rossi), a Harri Toivonen, el hermano pequeño de Henri, en animada conversación con Jari-Matti Latvala, a Mario Thissen, el jefe de BMW Motorsport a quien Dani no dejó de requerirle más trabajo sobre el motor de su Mini John Cooper Works WRC (vaya coñazo de nombre….) y a unos desconsolados Yerai Lemes que parece va a arrojar la toalla y José Antonio Suárez.
En lo deportivo, después de los últimos resultados, Sébastien Loeb se defendió como gato panza arriba y pese a no ganar ninguno de los seis tramos celebrados, el galo tan solo perdió 4,9 segundos de su ventaja de ayer. Tras él, Hirvonen, Ogier y Solberg, reunidos en 11,2 s a quien los 66 kilómetros de tramos, cuatro, de mañana siempre serán pocos. A ver qué pasa y es que Dani Sordo sigue esperando que algunos de ellos caiga en combate para subir algún peldaño más que el sexto lugar que el español ostentaba ayer.
Nuevo abandono de Kris Meeke tras perder todo el agua por rotura de un manguito, mientras que Sordo sufría el mismo problema que el norirlandés el viernes al quedarse bloqueado momentáneamente el acelerador de su vehículo teniendo que apagar el encendido y arrancar de nuevo para solucionar el problema. En Prodrive están contentos con el español que en el último tramo, ya al ataque realizó ‘splits’ iguales a los que se estaban batiendo el cobre por la cabeza. En fin que mañana estará interesante el ‘Power Stage’.
A domani.