“It’s a long way to Nairobi” es el nombre un film mítico del periodista de la BBC, Barry Hinchcliffe, sobre el Rally Safari de 1977. Evidentemente las distancias en Finlandia no son comparables a las de Kenya, ya que tan solo 175 kilómetros separan Jyvaskyla de Lahti, centro neurálgico de los tramos de la segunda etapa. Sin embargo, hacerlo en Finlandia a velocidad máxima entre 80 y 100 km/h con largas rectas resulta soporífero y muy peligroso.
Para comenzar el viernes apenas a unos kilómetros del hotel policía, Polisii, en medio de la carretera y para el arcén donde nos esperaban dos filas de seis policías con un buen número de tubitos de soplado en la mano cada uno de ellos. Afortunadamente fue 0,0 y apenas un par de minutos perdidos… .
La elección obvia para todo el mundo era el primer tramo en Jamsa antes de bajar a Lahti y lo mismo pensó todo el mundo ya que uno de los pocos accesos que había quedó bloqueado a tres kilómetros lo que nos hizo dar media vuelta y dirigirnos a la salida donde no debería haber atasco. Lo que sí que había era un ‘’polisii’ con cara de borracho pese a tener una botella de agua en la mano a quien no le debió gustar nuestra cara ni el pase de prensa que nos hizo parar a kilómetro y medio donde como pudimos comprobar sí había aparcamiento e incluso cuatro autocares al lado de la carretera. Tocaba buscar una foto potable y adelantar la llegada al segundo tramo visto lo visto respetando los límites, dando gracias a nuestro ángel de la guarda ya que tras adelantar a una furgoneta ésta era detenida en una zona de 70 km/h donde el radar ni lo olimos…
El siguiente punto donde teníamos que esperar a los Spanish boys de la FIA Academy (otras tres horas de espera) era un salto justo en la meta del sexto tramo, Hyväneula. O sea que llegar no tenía perdida. Pero alguien decidió en el último momento que no se podía utilizar el mismo acceso de los coches de carreras poniendo un comisario que no hablaba ni papa de inglés.
Total, que vueltas y más vueltas por caminos de alces, cómo siempre con la mi…en el cu.. . Pero llegamos, cosa que hicieron tarde los que fueron al cruce del primer tramo… . Como el salto a gran velocidad no ofrecía más que un par de tomas pues tocaba después de los Super 2000 buscar un sitio para sentarse y esperar a los chicos de la Academy. Y como todos los ‘ayudantes’ de Jordi Rierola estaban de ‘vacaciones’ pues había que echarle una mano al ‘muy enviado especial de Photo 4’ encargado del apartado fotográfico de dicha competición para Pirelli. Lo malo fue que el desarrollo del tramo se fue alargando ya que a nuestros chicos, muy prudentes ellos en este rallye, les tocó salir en el segundo bloque. En definitiva que llegar a tiempo a final del séptimo tramo como estaba programado, imposible sin acabar en la cárcel. Afortunadamente en el siguiente había un ‘Foto point’ aceptable incluso para otras tres horas de espera… .
De vuelta a Jyvaskyla, Jordi se metía un par de Red Bull en el cuerpo y otra vez a jugar a intentar exprimir el límite de velocidad en cada zona de la carretera, lo que hizo imposible bajar las 2h 30m señalados por ‘Nuria’, nuestro Tom Tom particular, con apenas una parada para repostar y comprar unas bebidas y unas Pringle.
Gracias a dios pudimos llegar antes que los pilotos al control de entrada a la asistencia donde todo el mundo se echó encima de los dos Seb, protagonistas en el último tramo cuando Loeb penalizó diez segundos en la salida intentando sorprender a Ogier que iba a saber con detalle sus tiempos intermedios para levantar pié. Y es que los tramos de Lahti, de piso duro y compacto, poco tienen que ver con los de Jyvaskyla, de tipo arenoso. Pero el siete veces campeón del mundo no logró engañar a su joven y querido compañero de equipo, que se percató de la jugada y tuvo que levantar el pié más de lo debido al igual que un Jari-Matti Latvala que no entendía nada, pero que fue el gran beneficiado ya que el finlandés partirá hoy en tercer lugar a 2,6 segundos de Loeb y a 1,1 de Ogier después de estar a casi nueve segundos de los dos pilotos del Citroën DS3 WRC que dominaron la jornada de ayer.
Petter Solberg se instalaba en la cuarta plaza por delante del Ford Fiesta RS de Mads Ostberg, después que Jari ketomaa pegara un volquetón en el octavo tramo cuando era quinto. Mikko Hirvonen lograba recuperar buena parte del tiempo perdido gracias a cinco ‘scratch’, superando a Dani Sordo con problemillas en su MINI John Cooper Works WRC: ¡interferencias de la radio hacían ratear el motor!, y una ligera salida de pista en el último tramo, pese a lo cual el cántabro mantenía una animada conversación con sus ingenieros. Yerai Lemes era nuestro mejor representante en la Academy pese a romper el radiador de su Ford Fiesta RS en el salto del noveno tramo (el mismo del sexto) esperando quedar inmortalizado en el sensor de una cámara digital y José Antonio Suarez pegado a sus talones con unas notas que poco tenían que ver con la realidad. Por cierto, a nuestros chicos la RFDEA les ha levantado casi dos mil leuros en licencias…y no digo más.
Sorry por el retraso, acabo estas líneas a las siete de la mañana y es que el nombre de ‘Jyvaskylan Suurajot’, el Gran Premio de Jyvaskyla, le viene al pelo….ni se para ni se duerme.