Hoy me he tomado un descanso por lo que a Jordi Rierola le ha tocado ir solo a los tramos. Pese a eso le hice compañía a la hora del desayuno antes de ir a la sala de prensa donde creo que era la tercera persona en llegar, la primera obviamente era Martin Holmes. El parque de asistencia estaba prácticamente desierto con los borrachos durmiendo dentro de los coches, pero era el único momento de contactar y hablar con algunas personas.
El trabajo se fue acumulando para a mediodía esperar a los pilotos en el control de llegada una vez prácticamente decidió el rallye de Finlandia a favor de Sebastien Loeb que pese a que intentó soltarse como fuera el liderato, al final le vino bien. Y es que en los primeros tramos, sobretodo en el largo Leustu, la humedad le favoreció arrancando media docena de segundos. El piloto de Citroën estaba contento tanto como su hija de verlo a él. A veces me pregunto a qué voy a estos sitios denominados ‘Media Zone’ y es que entre los ingenieros y directores de equipo, los cuidadores, los de North One Sport poniendo cintas a las cámaras de TV al final se cumplen los quince minutos de rigor, si el enlace es largo, y no hay tiempo ni de preguntar ante la avalancha de periodistas televisivos (ya se sabe que la TV puede incluso más que dos carretas, y no te cuento si es UNA periodista) ni de lograr una fotografía decente.
Y es que ni siquiera Dani Sordo nos hace mucho caso. El tío debe contar unos chistes en inglés que ni Fernando Esteso pues tiene a todos los ingenieros escuchando y riendo sus explicaciones. Total que al final hasta que casi se me pasa la hora de comer para un día que podía cumplir con ese rito. Lo mejor, la carpa de Grupo N, S2000 y la Junior, regida por un hermano de Daniel Elena, aunque a veces la carne no este lo hecha que a uno le gusta, pero queda compensado con el carro de quesos. Allí estaba Diego Vallejo tras el abandono de Albert Llovera por rotura del motor, habiendo emprendido ya el andorrano el viaje de vuelta a casa en coche, que confirmaba la compra de un nuevo 911 GT3, aunque inferior mecánicamente al último que condujo su hermano Sergio.
Pero pese a estar sentado frente a mi ordenador poca cosa podía hacer ya que las distancias entre los tres primeras presagiaban cualquier cosa. Ogier pinchaba, Latvala encontraba los reglajes ‘milagro’ para su Ford Fiesta RS WRC y superaba al francés sin descartar alcanzar a Loeb. Entre tanto, misteriosamente, los cuatro MINIS perdían un montón de tiempo en el tramo de Surkee teniendo únicamente conocimiento que sus pilotos trataban de desbloquear sus radiadores al subir la temperatura de sus motores por el barro acumulado… . Al final los dos pilotos oficiales abandonaban, primero Kris Meeke y luego Dani Sordo tras ceder casi cinco minutos y caer desde el séptimo lugar al undécimo. Total que me arriesgué a llamar al cántabro para saber que había ocurrido y Dani me respondió desde su asistencia tras poner punto final a una buena actuación. Y es que en MINI por ese motivo se plantearon la temporada 2011 como aprendizaje de los errores, aunque algunos sean de bulto y sorprendan en una empresa como Prodrive que a punto debe estar de cumplir treinta años en este ‘bussines’.
En Ford, Mikko Hirvonen lograba siete scratch en la última etapa, incluido el ‘Power Stage’, pero a buenas horas mangas verdes… .
En la Super2000, triunfo obvio de Juha Hanninen, en el PWRC del neozelandés Hayden Paddon y en la WRC Academy tres de tres para el estonio Kaur que tiene casi adjudicado el premio de medio millón de euros. Yerai Lemes era al final sexto después de apretar un poquito a la espera de recibir una llamada muy especial para el próximo Rallye Cataluña y Jose Antonio Suárez era décimo. Alex Villanueva acaba en la 36ª posición absoluta.
Así que deprisa y corriendo para Helsinki (2h 30m) a velocidades legales no fuera que dejáramos el salario a los hombres de azul antes de coger a las 7h 00 el avión de Norwegian directo a Barcelona. ¡Benditas vacaciones!.
A disfrutar