Un depósito entero, 50 litros, de gasolina de 95 No a 1,62 euros el litro, ha sido el resumen de la primera jornada del Rally Acrópolis. Y es que el ELPA, el automóvil club griego responsable de la parte organizativa todavía debe de tener remordimientos de conciencia por haber dejado la tradicional sede en el norte, ya fuera Delfi, Itea o Kamena Vourla y en 2011 ha tocado visitar la última con una Zona de Asistencia Remota, aunque al menos ha servido para recuperar algún tramo clásico.
Las largas distancias de enlace nos han permitido cubrir tanto el primer tramo, Thiva, como el segundo, Elatia. Después de la clásica instantánea del primero, una simple roca que se convierte en trampolín con la susodicha población de fondo, apenas hemos aguantado seis coches más Matthew Wilson camino del coche para regresar a paso ligero al coche. La hora y veinte minutos que nos daba el Tom Tom se han quedado en poco más de 60 minutos y hemos llegado con tiempo suficiente a una paella en el segundo, lo que como siempre te lleva ‘si hubiera esperado a….’, pero mejor eso que ver pasa a Loeb a lo lejos.
En ese lugar un solo comisario, en moto, era el encargado de mantener en el redil casi un millar de ‘malakas’ griegos ó foráneos. Y es que la crisis sin duda está presente en Grecia por que esos mismos comisarios era los encargados de montar el cuarto tramo, Rengini, con su clásico vado de agua lo que motivó un retraso de media hora.
El clásico enlace solo era factible para 4×4, por lo que nos tocó esperar el paso de todos los coches en Elatia y cubrir 22 km de los 39 km cronometrados para acceder a él, cosa que nuestro bajo Volvo S40, sustituto del Renault Clio reservado (gracias Avis), cumplió con cierta dificultad tras el paso de los vehículos de rally… .
Es sin duda, el punto más caliente del rallye y no porque se disputara a la hora de la siesta. La gran cantidad de ‘malakas’ invadió la zona de fotógrafos y hubo que poner orden. Hasta Jacek Bartos, el delegado de seguridad de la FIA, se dignó a bajar de su rojo helicóptero, afortunadamente el coche 0 con el antiguo piloto griego ‘Iaveris’ les explicó el retraso lo que logró calmar a la multitud, que buenos son los griegos cuando van en tropel.
Desafortunadamente en este lugar la luz buena siempre ha sido por la mañana, así que hubo que lidiar con los contraluces o las vistas posteriores, pero es lo que había. Quedaba la posibilidad de ver el último tramo cerca de la asistencia, pero el navegador indicaba 265 km de vuelta, con la opción más rápida vía Atenas por la nueva autopista que va de Lamia a la capital helena, teniendo que completar el resto del tramo de Elatia. Así que pese a los paros por los peajes, el miedo constante a los radares al final llegamos a la asistencia al mismo tiempo que Henning Solberg.
En el plano deportivo fue una sorpresa que pese a las lluvias caídas todavía siguiera limpiándose el terreno. Gracias a eso Petter Solberg, quinto en el semáforo verde, logró ayer sumar una ventaja casi de un minuto sobre Sebastien Loeb tras ganar cuatro de los seis tramos del viernes. El piloto francés pinchó dos veces y su Citroën DS3 WRC no rodó redondo, pero logró contener a Sebastien Ogier quien el último tramo levantó el pie para caer a la cuarta plaza de cara a la segunda etapa. En Ford para una vez que Jari-Matti Latvala parecía centrado va y se rompe el diferencial delantero de su Fiesta WRC perdiendo casi tres minutos y medio y bajando de la segunda a la octava posición. Y es que este hombre no tiene suerte en Grecia.
Mañana toca una jornada más descansada, salida del primer clasificado a las diez de la mañana, en el ahora más pacífico Peloponeso escenario en el siglo IV antes de Cristo de las guerras entre la antigua Atenas de Pericles y la guerrera Esparta que causó entonces veinte mil bajas en ambos bandos.