Siempre suelo traerme conmigo el ‘Media Safety Guide’ de la edición anterior de cada rallye. Sin embargo, no sé todavía por qué, en esta ocasión el de la edición 2009 se quedó en casa. Estábamos convencidos de que el tramo con vistas al mar que hicimos en aquella ocasión se repetía, pero teníamos dudas. O sea que lo mejor, o peor, fue decidir a la 1 de la madrugada cuando Jordi y Julián regresaron de enviar fotos desde la sala de prensa que íbamos a salir a las siete para entrar en el primer tramo, Aghii Teodori, con la hora y media preceptiva antes que Sebastien Loeb.
Pronto nos dimos cuenta que ni el primero ni el segundo tramo era el que buscábamos desesperadamente. Aún así completamos los casi veinte kilómetros de recorrido sin encontrar un punto claro, así que volvimos a la salida después de intentar ver el segundo, New Pissia, pero llegamos tarde, aún así descubrimos un punto de enlace con el mar y la ciudad de Corintos de fondo. Como segundo punto del día volvimos al principio del primero, a unas paellas en subida y por fin quedé un día satisfecho del ‘curro’. Como había que hacer el podio, vi el ‘Power Stage’ en la televisión donde quedó patente que no fue el mismo el empeño de Loeb que el de Ogier que al final fue el ganador por nueve milésimas.
Después de los acontecimientos del sábado por la noche en la que Ogier, al parecer, desconectó o se ‘estropeó’ el sistema de los ‘splits’ y que motivaron unas calientes declaraciones de Loeb que tengo grabadas aunque no puedo distribuirlas, respecto a la actitud de su equipo, bueno o de una persona y su piloto preferido, respecto a un siete veces campeón del mundo y actual líder del campeonato; todos esperábamos ver correr la sangre en la conferencia de prensa final.
Resulta muy extraño que Loeb recuperara el liderato por una décima en el primer bucle y acabara cediendo 10,5 segundos en las segundas pasadas donde su desventaja por abrir carretera era menor. Además Seb I apareció en la sala de prensa con una actitud totalmente opuesta a la de la noche anterior… . En definitiva, le habían leído la cartilla en su propia casa pese a ser el Rallye Acrópolis 2011 el podio número 100 de su carrera.
Con tres carreras por delante, tres de tierra y tres de asfalto donde Ogier sufrirá, la venganza es un plato que se toma frío…