Con el cambio horario que implicaba una hora menos de sueño, y dado que la primera etapa comenzaba mucho antes que las dos anteriores, uno aún tuvo humor de ver la salida de la Fórmula 1 en Australia aunque apenas fueron una decena de vueltas así que dejé a FA en séptima posición…
Hay un molino famoso en el Algarve. Se encuentra en Santana da Serra, el tramo ‘Power Stage’ cerca del final y como en las anteriores ediciones no había estado allí y el año pasado no se celebró pues para allá fuimos con algunas nubes de más sobre nuestras cabezas. Pero fue llegar y ver como un par de ‘todoterrenos’ portugueses habían aparcado en lo alto aunque tras pedírselo los dejaron fuera del alcance de nuestros objetivos.
Hace unos años cuando los diez primeros salían en orden inverso era una cosa fantástica para los fotógrafos ya que te permitía afinar el tiro, es decir, ir corrigiendo la posición para tener mejor encuadre. La foto del molino se hace desde el exterior una curva a derechas en bajada bastante rápida, o sea que tienes que poner una docena de velas antes, por eso buscando una posición más segura pues como que al paso de los dos Citroën su propio polvo tapaba el molino. Y no había otra solución que ponerse en la ‘diana’…y rezar un par de ave marías y padrenuestros hasta conseguir una foto como la de Latvala. Así que en cuanto el sol se fue después del Ford Fiesta de Matthew Wilson, decidí que no era cuestión de jugarse más el pellejo, trasladándome al interior y captar la acción de mis colegas.
Pero la faena no había acabado, había que volver al hotel, ducharse, recoger las maletas y para la sala de prensa a ver qué deparaba el último tramo. Fue sorprendente ver los tiempos del primer paso de Santana da Serra, donde estuvimos, y es que los pilotos ‘paladines’ se dedicaron a corregir notas, dadas las diferencias insalvables entre ellos en la clasificación, para luchar a fondo por esos 3,2,1 puntos extra. El ‘gallo’ Ogier prefería no cometer otro error como el de Méjico y Sebastien Loeb veía en ellos una forma de contentarse con la segunda posición por delante de los dos Ford oficiales entre los que una vez más Hirvonen se llevaba la peor parte al romper un amortiguador. Otro tanto para Benito Guerra al romper el turbo de su Mitsubishi cuando era segundo bajando dos posiciones, así que ya tenía cosas que contar en su ‘twitter’ y es que el mejicano entre tramo y tramo le va dando a las redes sociales.
Al final llegamos a Sevilla a coger el avión rodando en el límite de los 110 de Pere Navarro después de llenar el depósito y lavarlo para que no fueran evidentes las huellas de varias excursiones por los caminos del Algarve, aunque Aman Barfull, el director deportivo del RACC, también lo conseguía tras acabar las reuniones de la comisión WRC de la FIA dos horas después….