En primer lugar pedir disculpas a quien normalmente se molesta, incluso a horas intempestivas en leer esta página. Como siempre lo único bueno de la prueba del Mundial que se celebra en casa es no tener que pasar el control de seguridad del aeropuerto… Supone también algún trabajo extra y ello le lleva a uno a sobrecargar el trabajo. Ayer tuvimos la cena ‘oficial’ de Citroën con su director general Alfredo Vila y a esas invitaciones no puede uno decir no, aunque sí decliné la invitación para volar en helicóptero para ser capaz de poder elegir los puntos fotográficos, aún a costa de verlos en menos ocasiones.
Uno no puede decir que ha estado en el Rallye de España si no se ha dejado ver en El Molar. Es como la peregrinación de El Rocío. Y ayer fueron muchas las ‘carretas’ que acudieron a la misma lo que provocó un buen atasco ante la pasividad de los Mossos d’Escuadra. Impresionante la cantidad de público destacando también su colaboración con la organización, tan solo algunos incondicionales de Yeray Lemes no pudieron contenerse para agitar la bandera canaria ante el de Lanzarote (¿no están prohibidas las corridas de toros en las Islas Afortunadas?).
Para mí también fue la ocasión de ver a los participantes en las categorías 2000, Grupo N y Nacionales. Yerai, espectacular, pese a un trompo justo en la salida del mismo tramo. A Xevi Pons, autor de excelentes cronos sobre la tierra con su Mitsubishi Lancer, se le sigue atragantando el cruce del pueblo tarraconense como le sucedió en la época de Subaru, teniéndose que retirarse por la tarde. Y como nuestro siguiente destino era el mismo a tramo a celebrar por la tarde decidimos hacer un alto en la localidad de Falset donde encontramos un restaurante con conexión, donde ya encontramos trabajando a algunos de nuestros colegas. Además, sirvió para que nuestro amigo Zdenek Sluka cargara de vino y aceite del Priorato el Skoda Superb que ha conducido desde Praga.
Como la foto de apertura de ‘IMÁGENES DE RALLY 2010’ pertenecía al Rallye Cataluña hubo unos cuantos colegas que me preguntaron el sitio exacto. O sea que este año tuve la compañía de François Baudin y su hijo Bastien, de DPPI, Les Kolzack y Maurice Seldon, además de Zdenek Sluka y Julián González. Bueno, sin contar las moscas naturales del lugar que deben de estar ebrias buena parte del año… .
La hora de las obligaciones escritas me hizo abandonar solo el lugar para llegar con tiempo al parque de asistencia donde me esperaba Julián Piedrafita que este año ha preparado un artículo técnico sobre los WRC 1,6 Turbo para el anuario y al que necesitaba plasmar en la tarjeta de memoria de una de mis Nikon. Luego aparecería por allí Jaime Alguersuari Jr, el piloto de Toro Rosso, a chupar cámara, junto a Dani Sordo, a quien comentó su extrañeza de que no fuera siempre de lado en la carretera…. . ¡Ay, esta generación de DJ nacidos entre algodones….!.
En cuanto a la parte deportiva, como estaba previsto nadie le tosió a Sébastien Loeb, excepto Jari-Matti Latvala. El piloto de Ford se empleó a fondo lo que le valió el reconocimiento de su gran pilotaje por el siete veces campeón del mundo. Un segundo pinchazo del otro Sébastien, Ogier, acabó hundiendo al segundo de Citroën, lo que permitió a Dani Sordo remontar posiciones después de intercalarse con sus tiempos entre los implicados en la lucha por el título mundial, consiguiendo un ‘scratch’ en el penúltimo tramo de la jornada para quedarse a 37,4s de Hirvonen a falta de poco más de cien kilómetros de especiales. Difícil tarea, pero no imposible. Yeray Lemes era cuarto entre los vehículos S2000 después de algunos cronos meritorios aunque perdió minuto con un pinchazo.