WRC 2012. Rally Acrópolis. Diario de viaje

| 24/05/2012

En la mitología griega, Europa era una mujer fenicia de Tiro que terminaría dando su nombre al continente europeo. Según la leyenda, Zeus estaba enamorado de Europa y decidió seducirla o violarla, siendo ambas versiones casi equivalentes en la mitología griega. Se transformó en un toro blanco y se mezcló con las manadas de su padre. Mientras Europa y su séquito recogían flores cerca de la playa, ella vio al toro y acarició sus costados y, viendo que era manso, terminó por subir a su lomo. Zeus aprovechó esa oportunidad y corrió al mar, nadando con ella a su espalda hasta la isla de Creta. Entonces reveló su auténtica identidad y Europa se convirtió en la primera reina de Creta.

Mientras volaba con Aegean Airlines, directo desde Barcelona a Atenas, iba dándole vueltas a dos cuestiones muy importantes. La primera era saber si estamos ya a las puertas de la salida de Grecia de la moneda única, el euro, y todo lo que ello puede significar para nuestro bolsillo. Y segundo, si como consecuencia de eso este iba a ser mi último viaje al Rallye Acrópolis desde que aterrizara por estas tierras en 1984 como enviado especial de la revista MOTOR 16.

Ya al tomar tierra en el nuevo aeropuerto Eleftherios Venizelos, las habituales hordas de turistas, de alpargata y calzón corto, no se divisaban intentando acarrear sus maletas por ninguna cinta transportadora. En las oficinas de los coches de alquiler está visto que no renuevan para nada su parque con la que está cayendo y no siquiera pude disfrutar de un Hyundai i20, cuyo nuevo ‘lavado de cara’ pude conducir hace pocos días en las carreteras de Turquía, tocándonos en suerte un descatalogado Hyundai Getz, con 50.000 kilómetros, todo un ‘jovencito’ para lo que suele ser habitual aquí, pero incapaz de superar los 120 km/h pie a fondo en la circunvalación de Atenas.

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Uno esperaba encontrarse a las cinco de la tarde con el habitual atasco en dicho cinturón, pero el paso de vehículos era mínimo en comparación con los recuerdos del año pasado, así que esperaba con fervor que en Grecia hubiera una sucursal de la plataforma ‘novullpagar’ (no quiero pagar) que bloqueó la semana pasada las autopistas catalanas. Pero iba a ser que no.

Después de cubrir los casi 100 kilómetros hasta Loutraki, sede del rallye, sus habitualmente congestionadas calles parecían un desierto, al igual que nuestro tradicional restaurante para la cata de ‘calamari’ y la ensalada de tomate y feta en la que nos juntamos a Luis Eiriz de ScratchSport. Hasta los cefalópodos sabían diferente, casi a plástico, como los habituales congelados y con un exceso de harina que hizo que esta mañana en el desayuno a las 6h solo tomáramos el café para quitarnos el gusto de la boca.

Para acabar de rematar la faena, el característico calor y sol del Mediterráneo Oriental estaba pasando de nosotros dejando el camino libre a unas nubes que primero nos obligó a ponernos una segunda prenda de manga larga y poco después a abrir el paraguas en el ‘shakedown’, donde llegamos después de pelear con uno de seguridad empeñado en cerrar el acceso al final del tramo y que hasta que no se encontró con media decena de coches que querían llegar a la meta nos estuvo barrando el paso…. .

Aunque la lluvia no había hecho acto de presencia nuestro colega belga Willy Weyens estuvo ayer trabajando media hora como arquitecto de pantanos para lograr que el hilillo de agua que bajaba de las montañas acumulara un caudal lo suficientemente importante como para convertirse esta mañana en un vado de agua que ha sido la diana de nuestros objetivos. La lluvia hizo acto de presencia después del primer paso de entreno de los participantes rellenando el dique después de que los sucesivos pasos lo fueran vaciando.

Con el terreno mojado los dos mejores tiempos fueron para los Ford de Petter Solberg y Jari-Matti Latvala, en la reaparición de éste último tras romperse la clavícula antes del Rallye de Argentina. Con las predicciones de sol para mañana viernes ambos optaron por salir retrasados en 13ª y 12ª posición, pero fue Latvala quien mejor la aprovechó al ganar el tramo de Kineta, de 25,24 km, donde obtuvo 2,8s de ventaja sobre Sébastien Loeb y 7,1s sobre el segundo piloto de Citroën, su compatriota Mikko Hirvonen. Petter Solberg optó al contrario que el resto por montar neumáticos blandos y al final casi se quedó sin goma, perdiendo 14,6s.

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Mañana toca madrugar, los pilotos salen a las 6h 00 y nosotros media hora antes camino de Itea, no demasiado lejos del pequeñito pueblo de Galaxidi y del tramo de Bauxite Way. Ya hablaremos de todo ello.

Kalinifta

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