Si el viernes por la noche tocó la final de la Copa del Rey de futbol, el sábado por la noche fue el Festival de Eurovisión que pudimos ver mientras cenábamos con Luis Eiriz y los chicos de Scratch Sport. Y como echamos de menos los comentarios de José Luis Urribarri, no pudimos por menos que dedicarnos a ‘poner verde’ el frikismo de algunos de los participantes… .Por cierto, que Loutraki volvió a recuperar su pulso normal: restaurantes llenos hasta la bandera, dificultad para aparcar a lo largo de la larga calle principal y si hay crisis no me acuerdo… .
Esta mañana nos levantamos a un hora normal dado que el tramo de Aghii Theodori, estaba a menos de diez kilómetros de nuestro hotel y aunque Jordi Rierola se quejaba de mi impaciencia tras el desayuno, la cantidad de espectadores que se concentraban en el tramo de 3,97 donde se iban a disputar dos pasadas más el ‘Power Stage’, al final vino a darme la razón después de buscar un hueco para nuestro querido Hyundai.
Evidentemente el descontrol reinaba en el tramo donde había un comisario seguramente cada quinientos metros… mientras dos helicópteros trataban de concentrar a los espectadores como los perros hacen con las ovejas, a base de bajar a una altitud menor provocando que el rotor levantara nubes de polvo.
Si ayer hablaba de los fotógrafos, entre los que me encuentro, como los parias de esta ‘sociedad’ mi afirmación quedaba ratificada por la dureza de las condiciones de trabajo como se puede ver en las fotos. Pero no queda otra que usar algún tipo de protección contra el polvo en cámaras y objetivos, soplar y soplar y el más pudiente limpieza en el SAT de cada marca, mientras que al fotógrafo obliga a un ducha de un cuarto de hora, cinco minutos solo para las orejas… .
Evidentemente hay quien como Lorenzo Bertelli está en el WRC para divertirse, sin que ello quiera decir que lo haga mal. El piloto italiano de 23 años es hijo de Miuccia Prada, la famosa diseñadora italiana que estuvo en Grecia siguiendo a su hijo desde su helicóptero particular, no sé en qué modelo pero basta decir que requiere de dos pilotos. Bertelli pilota un Subaru Impreza WRX impolutamente blanco, o sea sin signo alguno de publicidad, ¿para qué?, que diría un castizo, con el que acabó quinto en grupo N.
A pie de carretera nos enteramos del accidente de Petter Solberg. Parece mentira que con toda su experiencia en el noruego se salga a las primeras de cambio ya que si se hubiera mantenido sobre la pista a estas horas estaríamos hablando de él como triunfador de la prueba griega tras el pinchazo que sufrió Sébastien Loeb dos horas más tarde en la segunda pasada por ese mismo tramo y en el que perdió 1m 40s para poder cambiar la rueda de su Citroën DS3 WRC. Y es que en este Rallye Acrópolis el ocho veces campeón del mundo fue el único con suerte ya que hasta a su paso hasta el sol se ‘apagó’, dejándonos a los fotógrafos con unas instantáneas faltas de color y saturación que no arregla ni el ‘Laitrum’… .
No sé si volveremos, volveré, al Rallye Acrópolis. La prueba griega está afectada de pleno por la crisis del país que deberá decantarse a uno u otro lado del euro, siendo ya un milagro que este año mantuviera una pequeña inyección económica del Ministerio de Turismo y Cultura heleno. No parece que esté incluida en el borrador del calendario 2013 donde Brasil y Sudáfrica gozan de muchos apoyos. Y no tengo que decir que pese al polvo, las quemaduras por el sol, echaré de menos el ambiente, el poder ir cada uno a su bola, los olivos, la rudeza de esta tierra llena de historia y, por supuesto, la feta y los kalamari .
Ayer, con cierta nostalgia/homenaje, estrené un polo Toyota-Repsol que guardaba como recuerdo que lucía la placa del Rallye Acrópolis de 1990 con el nº2 correspondiente al que fuera ganador de esta prueba ese año (sorry, no photos). Ojalá que me equivoque…