Como el año pasado no pude acudir por razones de trabajo, que no por ver la final de la Champions que ganó el Barça, esta vez tocaba viajar hasta Santa Rosa de Calamuchita, subimos Massimo, Jordi, Julián y yo en nuestro Fiat Uno camino del sur. Una ruta 34 pesada que con el tráfico abundante y lento pese a un trazado mejorado y asfalto nuevo se hizo bastante pesada ya que los conductores de autobuses de por acá no son capaces de dejar paso a nadie.
La verdad es que no nos complicamos y fuimos a tiro seguro a uno de los saltos de Amboy-Santa Mónica por uno de los accesos que solo el tiempo te permite conocer, con la desagradable sorpresa de tener que aflojar 50 pesos por acceder al aparcamiento, cosa que se repitió en el famoso vado de agua de Santa Rosa de Calamuchita, 30 pesos. Por cierto después de consultarlo con el fotógrafo local Javier Leali parece ser que es la primera vez que el tramo se celebra en sentido contrario.
Afortunadamente aunque nos habían dicho que en los reconocimientos el nivel de agua era de un par de dedos, ayer alguien había colocado sacos terreros haciendo crecer la altura. Entre ambos tramos, distanciados por casi cinco horas de diferencia, decidimos instalarnos en un restaurante con wifi y así entre traducción, noticias de internet y los tiempos de los tramos matamos el tiempo.
Estaba claro que el Rallye de Argentina se decidió ya al final de la primera etapa pese a los 300 kilómetros cronometrados distantes. Dani Sordo perdió un tiempo precioso en el último tramo nocturno y hoy, entre el desconocimiento de dos de los tres tramos y en las notas de los mismos, además de tener que correr con neumáticos blandos y duros cruzados a un velocidad espeluznante, ejemplo en el último había tres kilómetros y medio siempre en el corte de la inyección, todo no ayudó a que el hoy piloto de Ford mejorara su confianza.
La única nota interesante fue la lucha a muerte, tipo la película de ‘Los inmortales’, entre Ogier y Mikkelsen que al final de la jornada se saldó a favor del francés por tan solo cinco segundos.
Este año ha habido un recuerdo especial para el piloto de rallyes argentino Gabriel ‘Chancho’ Raies, 17 veces campeón de su país varias de ellas con el famoso Renault 18, por parte de su patrocinador Fernet 1882 en una promoción para buscar en un sorteo un copiloto para rememorar viejos tiempos.