Un tramo del Rally de Gales a celebrar a las 7h 13 de la mañana normalmente implica luz cero, pero al ser el mes de septiembre la luz podía llegar a ser aceptable como pudimos comprobar el día anterior al salir del hotel. Sin embargo, no habíamos contado con el mal tiempo así que no las teníamos todas consigo a la hora de llegar al final del tramo de Port Talbot donde, por otra parte, ‘la Marta’ nos llevó por un camino distinto al habitual y casi nos invade el pánico ya que íbamos pillados de tiempo…
Afortunadamente a la escasez de espectadores se sumó la de compañeros de profesión, coincidiendo en la paella con Luis Eiriz . Pero una vez concluido el paso de los participantes seguimos su indicación para caminar unos cuatrocientos metros y llegar al lugar donde en 2005 Michael ‘Beef’ Park perdió la vida tras el accidente sufrido por Markko Martin. El árbol estaba extrañamente torcido respecto al resto en las inmediaciones con una gran rama que parecía un brazo extendido que daba la sensación de haberse querido mover del lugar donde nació para evitar el impacto del Peugeot 307 CC WRC del estonio. En su corteza una placa recordatorio, unas flores y la bandera galesa con el dragón rojo y una de Estonia. Un momento de silencio en el que fue posible escuchar el viento de un tiempo pasado que nunca conviene olvidar…
De vuelta, paso por el hotel: ducha, maleta y directo al reagrupamiento y parque de asistencia, la única oportunidad de ver a los pilotos con luz y ver de paso como es posible contar casi con los dedos de la mano los espectadores que un día festivo como el domingo a mediodía se han encaminado a Cardiff Bay para ver la asistencia de Citroën (en la foto) cuando la lucha por la segunda plaza se estaba desarrollando en niveles de alto voltaje…
Al final no pudo ser el doblete para Ford, aunque la marca del óvalo logró el triunfo gracias a una conducción, impecable esta vez, de Jari-Matti Latvala. En cualquier caso, Petter Solberg luchó hasta el final perdiendo frente a Sébastien Loeb por solo nueve décimas de segundo, pilotando el noruego de forma excepcional, no como en Grecia donde se salió a las primeras de cambio en un intento parecido. Ojalá la igualdad vivida en Gales entre las huestes de Ford y Citroën se hubiera desarrollado a lo largo del año de forma más asidua, quizá de esa forma los títulos de Marcas y Pilotos no quedarían definitivamente decididos en el próximo Rallye de Francia a favor de Citroën y Loeb.
Allí estaremos, por de pronto espera poder dormir en mi cama esta noche ¡aunque sea a las dos de la madrugada.¡ Bye, bye Wales!.