El sábado con la prueba sarda prácticamente decidida decidimos ir al segundo salto más famoso después del de Monte Lerno, el de Coiluna, a penas 50m de Olbia. Un clásico cuya ruta de acceso pasa por la salida del mismo a partir de cuyo momento se convierte en una dura y estrecha pista trialera llenad de piedras sobre las que más de una vez hemos visto regueros de aceite…. Pese a ello, ‘logramos’ perdernos en algún cruce, aunque no fuimos los únicos, todo por fiarnos de la memoria y no de las señales de la organización.
Pero al llegar vimos que la luz que había dejado paso a la niebla matutina no era igual que hace diecisiete meses cuando el Rally d’Italia-Sardegna se hizo en mayo. Así que he recuperado una foto de 2011 para ilustrar la diferencia… Mientras la mayoría se quedaba allí, yo decidí seguir las indicaciones de Massimo Bettiol para caminara medio kilómetro hasta un salto anterior, pero como siempre pasa los lugareños pecan del sentido de la distancia y al final fueron 1,2 km de ida y otros tantos de vuelta, pero por lo menos el lugar estaba despejado y la instantánea era la que yo deseaba. Dado que no habíamos hecho asistencia de día, optamos por regresar al puerto de Olbia y recibir allí a los pilotos en un ambiente donde todos daban por sentado el resultado, hasta el punto de que ni la mismísima Marie-Pierre Rossi se dejó ver en el control. Jordi Rierola tenía que hacer unas fotos de las instalaciones de Mini Portugal y como mi señora no podía apoyarme en mis tareas al tener que acompañar a mi hijo pequeño al partido de baloncesto, nos quedamos en la carpa que más que sala de prensa era un microondas… . Además pude recoger el borrador de otro de los libros inacabados que tengo por esos mundos de Dios, ‘Vita da Rally’ que debe homenajear a mi amigo Aldo Seregni tristemente desaparecido hace unos años.
Quienes tuvieron suerte fueron algunos de nuestros colegas que se encontraron en algún tramo con un motorista llamado Sébastien Loeb. Y es que el nueve veces campeón del mundo decidió seguir el rally como espectador en una KTM de enduro, que me parecería muy bien si no fuera porque su Citroën DS3 WRC era totalmente reparable y había mucha que había pagado más de 700 euros por embarcar un coche con cuatro personas de Livorno a Olbia para ver al nueve veces campeón del mundo. O sea que no me parece correcto, ni tampoco se habría hecho daño en una mano como se decía… .
Deportivamente hablando el único interés era la remontada de Mads Ostberg del séptimo al cuarto puesto, ver cuán alto quedaba Sébastien Ogier con su Skoda Fabia S2000 en la clasificación general y ver como quedaba la lucha por el título PWRC entre el polaco Kosciuszcko y el mejicano Benito Guerra acompañado de Borja Rozada.
Pese a ser el segundo rallye con menor kilometraje de tramos después de Finlandia, el Rallye d’Italia-Sardegna se había extendido hasta el domingo para dar dos pasadas a un único tramo de 8,24 llamado ‘Gallura’, como la región que alberga la Costa Smeralda a dos pasos de nuestro agriturismo. Sin embargo, esa modificación en el recorrido se hizo tarde, total que yo tenía mi vuelo Ryanair el domingo por la noche en Alghero y Jordi Rierola el lunes, así que tenía que buscarme la vida para volver poco antes del podio. Afortunadamente la solución de emergencia Olbia-Sassari ‘per ferrovia (2h) y Sassari-Aeroporto de Fertilia ‘ per corriera’ (40m) la pude resolver gracias a Isa, Anna y Manel, amigos de Gerona, aunque me tocó ir con la maleta al tramo para ver los coches en la primera pasada. Pero la falta de cobertura telefónica y coordinación hizo que después de concluida la prueba no les viera aparecer tan pronto como hubiera deseado y ya me veía mochila al hombro y empujando la maleta hasta la costa oeste de la isla…
En cuanto al rallye, Mikko Hirvonen ya tiene su victoria con el equipo Citroën, que le compensará el mal gusto que le dejó en la boca su descalificación en marzo en el Rallye de Portugal por una irregularidad técnica en su coche. Pero de ahí a ser el piloto número 1 de la marca francesa en 2013, me parece que le queda un trecho…