Bueno, esta vez no he tenido la opción de acudir a la popular fiesta mejicana que se se celebra cada año después del rallye de Méjico donde la cerveza Corona corre gratis durante dos horas. La verdad es que entre cierres o el regreso apresurado en avión o en coche para dormir en DF, como hubiera sido el caso este año con Luis Eiriz y Jordi Rierola, no he llegado a poner un pie en la misma. De verdad de la buena.
El doblete de Citroën en Méjico que se intuía desde el primer día rebajó el interés por el resultado final. No solo eso, con dos victorias para Sébastien Loeb en tres rallyes frente al solitario triunfo de Jari-Matti Latvala en Suecia, flanqueado por dos ceros mondos y lirondos en su casillero a consecuencia de sus accidentes en Montecarlo y el país de Moctezuma, complican sobremanera ver a alguien diferente en el podio que no sea el piloto francés a final de año.
Sexta victoria para Loeb en Méjico, la 69ª de su carrera (ya veremos si Valentina tendrá un hermanito dentro de nueve meses…), secundado por un Mikko Hirvonen que sorprendió al ocho veces campeón del mundo en los primeros tramos. Frente a ese dúo que se adivina incontenible, los Ford brillaron pero sus pilotos cometieron demasiados errores. Petter Solberg comenzó bien, pero se ofuscó el primer día y acabó pagándolo caro aunque acabó tercero en detrimento de su compañero de equipo y se consoló con los tres puntos del ‘Power Stage’. En cuanto a Jari-Matti, finlandés ganó ocho tramos y encabezó durante dos tramos la prueba azteca, pero cada día tropezó en una piedra (afortunadamente no la misma…). Su error fue no tomar nota ni el primer día ni el segundo de sus fallos ni hacer acto de contrición alguno. El del último día no tiene perdón de Dios y es que el piloto de Ford creyó ver volcado el Fiesta WRC del ruso Novikov en la carretera, frenó bruscamente yendo contra un talud que proyectó al suyo volcando dos veces. Latvala perdía siete minutos después de cambiar una rueda pinchada, pero en la salida del siguiente tramo los comisarios no le dejaban salir al estar dañado la jaula antivuelco de su vehículo, perdiendo no tan la ocasión de pisar el último escalón del podio, sino también la séptima plaza y la oportunidad de disputar los tres puntos en juego del ‘Power Stage’… .
Cuarto fue Mads Ostberg que pinchó en el tramo de Guanajuatito, de 54,3 km, el más largo del Mundial desde 2003 (se debería por tanto llamar ‘Guanajuatazo’…) perdiendo casi dos minutos y acabando por los pelos delante del Fiesta de Ott Tanak. Sexto fue Nasser Al-Attiyah que logró en Méjico su primer mejor crono en el Mundial con su Citroën DS3 WRC por delante del Mini del portugués Araujo.
La lista de los diez mejores la cerró Ricardo Triviño acompañado de Alex Haro que superaba a Benito Guerra, flanqueado por Borja Rozada, que no arriesgó su victoria en Producción por un puesto arriba, un puesto abajo.
Y en poco más de dos semanas para Sevilla, aunque tenga que coger un AVE y pagar el peaje de la maldita A22 portuguesa…