Ayer después de la cena dejé que Jordi Rierola y Julián Gonzalez decidieran donde ir y me fui a la cama sin preocuparme del despertador. Total que esta mañana al Rierola le sonó el despertador como cuatro veces y cada vez se daba la vuelta en la cama hasta que extrañado le pregunté que a qué hora habíamos quedado para ir a dónde. Por fortuna durante la noche cayó una pequeña nevada y los tramos recuperaron el color blanco, al menos para la primera pasada. Al final del primer tramo previsto anoche, tan solo Julian y yo fuimos al primer paso por la Power Stage, a unos minutos del parque de asistencia de Hagfors, mientras que Jordi se quedaba a hacer la asistencia de Paulo Nobre, su eterno INRI.
El recién creado tramo de Hagfors no era sino que la parte final del tramo de Varmullsasen del año pasado que incluye el descenso desde la estación de esquí a la ciudad con un celebrado salto. Pero como en esta edición de Suecia hemos tenido un salto cada día desde el ‘shakedown’ al domingo, preferí arriesgarme a fotografiar la curva después del mismo, una larga derechas (foto de Sébastien Ogier) donde por lo menos estaba solo. Allí me encontré con Luis Eiriz que había dejado a sus ‘polluelos’ esparcidos por el tramo, alguno bastante ‘desplumado’ después de ser parado por la Polis sueca en un par de veces y es que uno se fía de la velocidad máxima del GPS pero como la pasma de estos lares coloca carteles provisional de 50 km/h a la que te descuidas te hacen la foto. También hoy hemos vuelto a ver el ‘carrito de los helados’…
Después de vuelta al curro sentado, previo paso por tratar de comer algo en Ford donde el menú no debe distar mucho del de la tripulación de la ‘Bounty’, pero a falta de mejor opción y después de llevar un par de días comiendo embutido…. . Mientras estábamos allí fuimos testigo del revuelo del pinchazo de Latvala levantándose todo el mundo de la mesa para acercarse a las pantallas a ver cómo quedaba el resultado final.
Afortunadamente, Jari-Matti se recuperaba y pudo enmendar su fallo en Montecarlo, aunque el piloto de Ford prefirió no arriesgar en el ‘Power Stage’ donde fue cuarto sin poder rascar un punto. Justo lo contrario de Sébastien Loeb que se tiró a muerte después de que Evgeny Novikov no le diera opción a intentar alcanzar su quinto puesto.
Hoy, de nuevo en la prensa de ‘Fleet Street’ han vuelto a acusar a Dani Sordo de ser el causante de su abandono por rotura de motor por haberse salido contra un muro de nieve, según ellos. Lo curioso del caso es que el Mini John Cooper Works nº 37, expuesto en la asistencia, no presentaba ninguna huella en su carrocería. Es más le señalaban con el dedo por haber intentado ir más allá de lo aconsejado y no poder tomar parte en el Super Rally (perdón Rally2). Después de haber sacrificado todo lo que ha sacrificado el piloto cántabro encima los de Prodrive le salen ‘acusicas’….
Esto va camino de una telenovela, desafortunadamente para Dani sin versión mejicana….