La segunda etapa del Rallye de Méjico tenía este año más superespeciales que tramos, apenas dos, Ibarrilla y Otates, trazados de forma que uno y otro bloqueaban accesos y estos aparte de salidas y llegadas requerían grandes desplazamientos.
Nos decimos por el primero al que accedimos tras callejear por la ciudad de León haciéndonos cruces de cómo llegar a donde uno quiere fiándose tan solo de las indicaciones… ni el GPS registraba algunas poblaciones. Finalmente llegamos al salto que queríamos por lo que fue e primer tramo del Rallye de Méjico en el que estuve en 2004, apenas reconocible dado el proceso de mantenimiento de las carreteras de tierra que tienen como fin el rallye, hecho del que se benefician los pocos habitantes del lugar.
Ya sabíamos que el lugar estaría lleno de vallas y de letreros. Así que después de tratar de mover en vano, apenas un metro, el de Michelin cada uno de los fotógrafos presentes se las tuvo que ingeniar para evitarlo en sus instantáneas, lateral, frontal, tres cuartos trasero, cada uno hizo lo que pudo dependiendo el resultado muchas veces de la trayectoria del piloto. Tocó utilizar el 300mm Nikon f/4, sustituto del sustraído en Argentina hace tres años, que a veces cargo en la mochila pero que normalmente vuelve a casa sin salir de la funda. Aunque hay miembros de las fuerzas de orden público que no lo necesitaban….
De vuelta, estuvimos a punto de quedar bloqueados al salirse una pick-up de la carretera de tal forma que dudo la haya podido sacar su dueño del lugar. De allí logramos llegar sin problemas al reagrupamiento y a la asistencia que ya era hora de hacer fotos de los personajes de carne y hueso, así que se acabaron los tramos. Aproveché para repartir unas cuantos números de MOTORACCION a los responsables de prensa de Citroën, Volkswagen y Ford y vender unos cuantos libros de la última edición de IMÁGENES DE RALLY a aficionados de estos lares, (23 kilos pensaba mi maleta…) que uno tiene un producto internacional, oiga, y con los pesos mexicanos vamos reduciendo los números rojos….
Las cosas no mejoraron como esperaba para Dani Sordo, aunque la rotura del alternador en el Fiesta RS WRC de Mads Ostberg le valió al cántabro subir al cuarto lugar, lo que no es ni un mal ni un buen resultado. En la cabeza siguió el dominio de Sebastien Ogier que se encontró un portón cerrado en un tramo y tuvo que bajarse Julien Ingrassia a abrirlo, perdiendo medio minuto en la operación, con la suerte para él de que Mikko Hirvonen sufriera un pinchazo que le costó casi dos minutos. La tercera plaza es para el primer piloto de Ford, el belga Thierry Neuville, mientras que Jari-Matti Latvala que salía primero tras abandonar el viernes, decidió penalizar fuertemente para medirse en igualdad de condiciones que su compañero Ogier, pero ni por esas pudo con el francés….
Hoy domingo apenas serán tres tramos aunque esté el de Guanajuatito con sus 54,85 km, pero nadie tiene ya ganas de jugarse lo ganado….