El sábado tocaba dormir, o al menos levantarse a una hora decente. Aunque la asistencia de 45 minutos no era hasta la hora de comer (española), la inercia de levantarse hizo que desde nuestro hotel de Menton nos encamináramos a la sala de prensa Montecarlo unas cuantas horas antes.
Nada más mirar por la ventana vimos que la anunciada lluvia era una realidad y continuó hasta el aparcamiento de prensa situado en el muelle artificial construido en España que hace unos años fue amarrado a la izquierda de la bocana del puerto monegasco. Una vez instalados nos llegaron noticias de que si el Col de Turini estaba seco la noche anterior por la mañana había amanecido blanco, así como de los atascos de los espectadores dispuestos a pasar el dia y buena parte de la noche para ver las tres pasadas.
Nuestra opción era ir al final del tramo de Luceram, pero la falta de nieve en el mismo junto con la que cayó durante la asistencia en el puerto me hizo reconsiderar mi postura, dejando que fueran solos Jordi y Zdenek, satisfecho con las instantáneas logradas.
En Volkswagen, como lucia mi anorak regalo de Mercedes cuando tuve oportunidad de formar parte de la vuelta a al mundo de un Clase B movido por la pila de combustible F-Cell, algún celoso miembro del equipo a punto estuvo de echarme pensando ¡que yo era una ‘espía’ de la marca de Sttugart¡. Por cierto, sería estupendo que la marca de la estrella volviera al Mundial de Rallyes, ¿o no?.
En Citroën fui testigo de un hecho que yo creo da una indicación de lo que representa la sustitución de Sébastien Loeb por Mikko Hirvonen como piloto nº 1 del equipo. Y es que después de recibir los tres Citroën DS3 WRC las atenciones del equipo, el del finlandés no fue limpiado sino hasta última hora, mientras el expiloto de Ford ponía toda clase de caras contando solo con el apoyo de algunos miembros de la ‘Finnish Mafia’ de Timo Jouhki. Tanto Loeb como Sordo intimaban más con el resto de miembros del equipo francés dentro del camión-oficina técnica del equipo.
En Ford, George Black, encargado de la gestión de neumáticos del equipo era la estrella después de los tiempos logrados por Evgeny Novikov en las dos últimas jornadas. Malcolm Wilson platicaba con el ruso debajo de unas instalaciones de asistencia que por lo menos en Montecarlo no eran las del año pasado y donde dado el ‘brillante y alegre’ diseño de los Fiesta WRC, en cuanto la suciedad se fija en los lados del vehículo se convierte en una pelotilla negra….
Después de anunciarle a Jordi mi ‘forfait’ de la excursión, fui con Fernando Albes al ‘hospitality’de Volkswagen para equilibrar el tocado presupuesto de la cena de la noche anterior. Allí se nos unió Carlos Sainz que acababa de llegar de reconocer los dos tramos y que ya nos dijo que el estado de la carretera era increíble. También nos contó que los pilotos de VW, Ogier y Latvala, todavía tenían cuatro neumáticos de clavos nuevos para la última etapa que habían montado para esa misma noche; mientras que en Citroën salió con cuatro Michelin de clavos (Hirvonen y Sordo usados , Loeb dos nuevos) y dos de nieve; antes de cambiar la conversación al Dakar y el ‘affaire’ de su GPS.
De nuevo el Turini se convirtió en una criba. Si en las tres etapas anteriores solo se produjo el abandono de Thierry Neuville, de golpe Evgeny Novikov, Juho Hanninen (Ford) y Jari-Matti Latvala (VW) que eran tercero, séptimo y quinto clasificados se salieron de la carretera en mayor o menor medida sin posibilidad de volver a ella. Dani Sordo volvió a ocupar la tercera plaza del podio e incluso se marcó el scratch en Loda-Luceram aunque ni el mismo se lo creyera: “Iba tan despacio que creo que ni siquiera cambié de marcha….” , con una ventaja suficiente como para administrarla sin riesgos de cara al último bucle. Suerte tuvo Mikko Hirvonen de los abandonos de los Ford para acabar al final cuarto detrás de Dani Sordo que acudirá a Suecia ahora con más confianza en sus posibilidades y quizá pueda darnos alguna alegría… .
Pero mientras cenábamos Jordi (ya de vuelta no demasiado contento con sus fotos) y yo con Hayley Maxfield, delegada de prensa de la FIA, Stefan Moser nos anunció que el ACM había decidido anular los dos últimos tramos del 81º Rallye de Montecarlo para sorpresa de Madame Gallagher (es la esposa de Fred, el antiguo copiloto de Henri Toivonen). Yo intenté que el podio fuera esa misma noche (J) dado que el previsto será dentro de un par de horas cuando escribo estas líneas, a las 11h del domingo. Y es que entre pitos y flautas, con 700 kilómetros via Manlleu por delante no apareceré por casa hasta las ocho de la noche, después de 7 dias, 7, fuera de casa. Y es que el Montecarlo siempre será el Montecarlo, le pese o no a la FIA…. .